Más allá de los sueños : espiritualidad en el cine
Basada en la obra homónima de Richard Matheson, la película Más allá de los sueños nos invita a reflexionar acerca de la vida después de la muerte. El título de esta hermosa obra es en realidad una cita del soliloquio de Hamlet a propósito de la meditatio mortis, del ser o no ser tras la muerte. Matheson reflexiona sobre la duda shakesperiana en esta obra, que es realidad el resultado de una laboriosa investigación. Así se expresa en el prólogo al lector y además se acompaña de una extensa bibliografía, en la que no pueden faltar autores como Arthur Conan Doyle, Arthur Findlay, Oliver Lodge, Raymond Moody…, que abordan temas como la reencarnación y la mediumnidad. Veamos, pues, la reflexión metafísica en el texto de William Shakespeare:
For in that sleep of death, what dreams may come
when we have shuffled off this mortal coil,
must give us pause.
Pues ese sueño de muerte que los sueños pueden traer
cuando nos hayamos deshecho de esta envoltura mortal,
debe movernos a la reflexión.
(Shakespeare, W. Hamlet, act. III, esc. 1ª)
En efecto, si Hamlet plantea sus dudas sobre la inmortalidad del alma y la vida futura, Matheson escribe su décima novela para exponer de manera clara y accesible al gran público sus convicciones acerca de la trascendencia de la vida más allá de la muerte del cuerpo, invitando al lector a realizar su propia investigación, proponiéndole una experiencia inspiradora y extraordinaria.
Richard Burton Matheson (1926-2013) es uno de los autores y guionistas estadounidenses más celebrados de literatura de ciencia-ficción, muy apreciado por escritores de la talla de Ray Bradbury. Entre sus títulos destacan Soy leyenda y El hombre menguante. Más allá de los sueños la escribió en 1977 y fue adaptada al cine en 1998, logrando un Premio Óscar por sus efectos visuales.
La película Más allá de los sueños es un canto al amor incondicional, que supera todas las dificultades, a la lealtad, al amor puro que trasciende la vida. El amor de Chris es la única medicina que salva a Annie de la depresión tras la muerte de sus hijos, como también la salvará de su propio infierno, donde se ha recluido tras el suicidio. De manera palpable, esta inspirada obra nos muestra como el cielo y el infierno no son lugares físicos, sino estados del alma de los protagonistas.
En esta cinta cinematográfica, el cielo que encuentra el pediatra Chris Nielsen, tras una vida de entrega a su familia y a su profesión, es un jardín luminoso, lleno de color y alegría. Allí va encontrándose con algunos seres queridos, aunque con una apariencia diferente a la que poseían en la Tierra, sus hijos, su profesor y amigo desde la universidad y hasta su perra. Su cielo es una creación de su pensamiento. Por su parte, el cielo de su hija Marie es un paisaje onírico, donde las personas volitan, ríen y juegan junto a un lago y una hermosa ciudad ideal.
Por el contrario, el lugar en el que se localiza Annie tras el suicidio es un espacio interior de enorme sufrimiento. Su infierno es representado por un recinto cerrado, destruido, sucio, sin vida, adonde no llega la luz y donde no pueden crecer las plantas. Es una catedral invertida, por donde ella vaga desequilibrada y triste entre bóvedas góticas que ya no apuntan al cielo, sino todo lo contrario. Es su infierno, en una representación que evoca el cono invertido descrito por Dante en el Infierno.
El indudable atractivo estético de la película está al servicio de los temas que interesa tratar: las familias espirituales -grupos de seres que se encuentran a lo largo de varias existencias-, la mediumnidad como comunicación entre los dos planos a través de la psicografía y del pensamiento, el trabajo en el mundo espiritual, la reencarnación, el alma o principio espiritual de los animales, etc. Otros temas más controvertidos a la luz del espiritismo serían la idea de las almas gemelas o si se puede interferir en la ley de causa y efecto, “rescatando” deudas de otros seres, como plantea la película a través del descenso al infierno de los suicidas.
La película tiene el valor añadido de ser un homenaje a la pintura y a numerosos artistas que han representado la escatología cristiana, enriqueciendo el imaginario colectivo. Destaca la belleza de las imágenes, con efectos visuales sorprendentes y numerosas referencias a pinturas que van desde El Bosco a los impresionistas. El cielo de Chris es un trasunto de los paisajes del pintor romántico Caspar David Friedrich (Dos hombres contemplando la luna y Caminante sobre el mar de nubes), donde personajes solitarios, de espaldas al espectador, meditan contemplando el infinito, el más allá.
También su nuevo estado recrea paisajes de George Innes (Puesta de sol en Montclair), Thomas Cole (El último de los mohicanos), cielos ondulantes de Van Gogh y campos de amapolas de Manet. Por su parte, en el viaje al infierno encontramos referencias a la pintura del romántico William Turner (Aníbal cruzando los Alpes), como también de Albert Pinkham Ryder (Moonlight) y de Frederick Edwin Church (Aurora borealis). Finalmente el infierno del film debe su iconografía a El Bosco (Tríptico del carro del heno, Descenso de Cristo a los infiernos) y a Sandro Botticelli, que ilustró la Divina Comedia de Dante.
La paleta cromática de la película es de amplio espectro, aunque algunos colores adquieren un valor simbólico: el azul es el color de Chris y su hija Marie, mientras que el rojo es para Annie y su hijo Ian. El púrpura, suma de azul y rojo, surge asociado a la muerte, como duelo y tristeza, pues impacta a todos y se hace presente a través de la lluvia de flores de jacaranda en diversas escenas.
La arquitectura utópica también participa en esta sinfonía de las artes, a través de la gran biblioteca que toma como referente el palacio real de Étienne-Louis Boullée, que reúne millones de libros, de vidas, bajo una iluminación cenital. Asimismo la ciudad empírea construida sobre un arco de triunfo en el cielo de Marie, de equilibrios imposibles en nuestro plano, nos invita a interrogarnos sobre los límites de nuestras percepciones y conocimiento.
Son inevitables las referencias literarias a Dante a lo largo de la película. Así, el protagonista desciende al infierno acompañado de Albert, su guía y maestro, en paralelismo al descenso de Dante secundado por el poeta Virgilio. El final del tríptico (poético en Dante y pictórico en la película) en ambos casos es feliz, representado por el ascenso al Paraíso de los enamorados, Dante-Beatrice y Chris-Annie. El final tanto de la Divina Commedia como de la película Más allá de los sueños podría resumirse con el último verso del Paraíso de Dante Alighieri, donde el Amor que mueve el sol y las otras estrellas es identificado con Dios. Se trata del amor divino que mueve las esferas: «L’amor che move il sole e l’altre stelle» (El amor que mueve el sol y las otras estrellas)
Esta obra cinematográfica es de recomendada visión por su inspirado mensaje y belleza. Se trata de una obra total, donde las artes se funden, la poesía, la pintura, la arquitectura y la música al servicio de la divulgación del conocimiento espiritual. Hemos visto pocas obras cinematográficas que consigan esta fusión tan completa de las artes. Naturalmente, recomendamos también descubrir muchos más aspectos en la obra literaria que no aparecen en la película. Les dejamos una cita para que acudan a descubrir a Matheson, para que se replanteen su vida a fondo como nos propone su obra Más allá de los sueños.
–¿Entonces… esto es el cielo?
–Cielo. Paraíso. Summerland. Cosecha. Elige tú el nombre.
-¿Es … un país? ¿Un estado? Me sentí estúpido al plantear la pregunta, pero tenía que hacerlo.
–Un estado consciencia. –Me sonrió.
Miré al cielo.
–No hay ángeles –me quejé, bromeando solo en parte.
Albert se echó a reír.
–¿Se te ocurre algo más incómodo que unas alas que te salgan de la espalda? –me preguntó.
–Entonces no hay nada de eso? –De nuevo, me dio la sensación de parecer un poco ingenuo al formular mis interrogantes al respecto, pero la curiosidad se impuso.
–Los hay si crees en ellos –replicó, y su respuesta no sirvió para aclararme nada, sino todo lo contrario–. Como ya te he dicho, es un estado de consciencia. Como eso que pone en la pared de tu oficina: «Aquello en lo que crees se convierte en tu mundo».
Me quedé asombrado. –¿Sabes eso? –pregunté. Asintió. –¿Cómo?
–Te lo explicaré a su debido tiempo –me prometió–. Por ahora solo quiero que te quede claro que aquello en lo que crees sí que se convierte en tu mundo. Y no solo se aplica en la Tierra, también aquí. De hecho, aquí incluso más, puesto que la muerte supone un reenfoque de la conciencia desde el plano físico al mental: una sintonización con los más altos campos de la vibración.
Tenía una somera idea de lo que quería decir, pero no estaba seguro del todo. Supongo que mi expresión lo dejó traslucir.
–¿Demasiado complejo? Míralo de este modo: ¿cambia la existencia de un hombre en algún aspecto cuando se quita su abrigo? Pues tampoco lo hace cuando la muerte le arrebata el abrigo que es su cuerpo. Sigue siendo la misma persona. No es más sabio. Ni más feliz. Ni mejor. El mismo que ya era.
»La muerte es solo la continuación en otro nivel.»
(Matheson, R. Más allá de los sueños. Cap. “Continuación en otro nivel”. Madrid: La factoría de ideas, 2012, e-book)
Ficha técnica de Más allá de los sueños
Título original: What Dreams May Come
Año: 1998
Duración: 109 min.
País: Estados Unidos
Director: Vincent Ward
Guión: Ronald Bass (Novela: Richard Matheson)
Música: Michael Kamen
Fotografía: Eduardo Serra
Reparto: Robin Williams, Cyba Gooding Jr., Annabella Sciorra, Max von Sydow…
Productora: Polygram Filmed Entertainment
Género: Fantástico. Drama.
Sinopsis: El doctor Chris Nielsen fallece en un desgraciado accidente de coche, tras haber perdido también a sus dos hijos cuatro años atrás, dejando a su esposa Annie sumida en la desesperación. A pesar de sus intentos por salvarla desde el cielo, Annie se suicida y su destino es el infierno. Chris, que no está dispuesto a perder a su amor eternamente, inicia una búsqueda por un más allá lleno de color, creado por su imaginación y por todo aquello que acostumbraba a compartir con su esposa.
Premios: Oscar (1998) Mejores efectos visuales. 2 nominaciones.
Trailer oficial de What dreams may come
Trailer con subtítulos en español
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