Actitudes correctas
Cuando el compañero de jornada le critica injustamente, continúe trabajando en sus tareas de fraternidad cristiana, porque el Tiempo se encargará de demostrar los verdaderos principios de Justicia de lo Alto.
Cuando el hermano le calumnia maliciosamente, pida al Padre que lo ilumine, a fin de que su oración pueda esclarecer la ceguera de aquellos que, teniendo ojos, no ven.
Cuando el amigo le ofende amargamente, perdónelo sin entristecerse demasiado, muchas veces la ofensa es una simple irritación de los nervios gastados en las tareas cotidianas.
Cuando el prójimo le hiere sin motivos, no devuelva la agresión, pues su serenidad desarmará fácilmente aquel que comete errores por ignorancia culposa.
Cuando el vecino le incomoda con actitudes inconvenientes y ruidosas, tolere pacientemente sus frecuentes impertinencias, pues la obstinación contra el cansancio fortalecerá a su espíritu.
Cuando el colega le desprecie gratuitamente, imponga su amabilidad, creando el ambiente necesario para neutralizar los fluidos perniciosos.
Cuando el hermano le perjudique en su irreflexiva ligereza, cultive sus sentimientos de fraterndad cristiana y la vistoria le sonrerirá.
Cuando todos le persiguieren injustamente, en nombre de la Justicia humana, olvidando los verdaderos sentimientos de la caridad cristiana, acuérdese de que los hombres todo podrán contra la materia, entretanto, nada podrán hacer contra el Espíritu Inmortal.
Lauro Michielin
Fuente
Meditaciones
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