Congresos espíritas mundiales o internacionales en España
España ha sido pionera en cuanto a Congresos Internacionales se refiere, pero también lo fue en la idea de la unión y organización internacional de los espíritas, siguiendo las reflexiones de Allan Kardec en su artículo «Constitución del Espiritismo» de la Revue Spirite.
Cabe la honra de haber hecho los primeros esfuerzos hacia una colaboración internacional a la Sociedad Espiritista Española, cuando propuso a los espiritistas de Viena y de Filadelfia, el primer Congreso Espiritista Internacional. Aquellas semillas fructificaron y, más tarde, el Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos y la Federación Espiritista del Vallés llevaron a cabo el proyecto de la Sociedad Espiritista Española.
El Primer Congreso Internacional Espiritista tuvo lugar en Barcelona en 1888. En el mismo, junto con otras conclusiones, se votó el acuerdo siguiente:
«La Federación autónoma de todos los espiritistas. Todo adepto pertenecerá a una sociedad legalmente constituida; toda sociedad mantendrá relaciones constantes en un centro de su localidad; todo centro local las mantendrá con su Centro Nacional, directamente o por intermedio de Centros Regionales, cada Centro Nacional las sostendrá a su vez con los demás.»
Si bien no se logró en un principio, constituye el primer paso realizado hacia una Federación Internacional. Tenaces en su empeño, los espiritistas españoles continuaron propugnando una unión internacional y, en la Asamblea del Congreso de París de 1889, insistieron en su idea a través de la propuesta presentada por el presidente del primer Congreso, el vizconde Torres-Solanot, director de la Revista de Estudios Psicológicos y representante en París de varios centros españoles.
Tampoco tuvo éxito esta hermosa iniciativa y todo continuó en igual forma, lo que motivó que en el Congreso de 1900 celebrado en París, bajo la presidencia de Léon Denis, los españoles volviesen a proponerlo. Aquí tampoco el ambiente fue favorable y una vez más los esfuerzos, los entusiasmos de los espiritistas españoles, resultaron inútiles.
Hasta que en el Congreso de Londres de 1922 nuevamente un representante español, Quintín López, presentó una proposición de la Federación Espiritista Internacional (FEI), idea esta vez aceptada y que se coronó con el Congreso de Lieja, en 1923, encargado de realizarla. Nace así, en Bélgica, la Federación Espiritista Internacional, quedando domiciliada en París y teniendo como primera tarea la organización del I Congreso Espiritista Internacional, celebrado en 1925 en París, con 23 países representados.
El país con más Congresos Internacionales o Mundiales celebrados hasta la fecha ha sido España con 5, siguiéndole Francia, con 4. En España se han celebrado los siguientes encuentros de estas características:
I Congreso Internacional Espiritista – Barcelona, 1888
III Congreso Internacional Espiritista – Madrid, 1892
V Congreso Internacional Espiritista – Barcelona, 1934 (organizado por la FEI y la FEE)
Congreso Mundial de Espiritismo – Madrid, 1992 (Se crea el Consejo Espírita Internacional, CEI)
6º Congreso Espírita Mundial – Valencia, 2010 (organizado por el CEI y la FEE)
Dado el limitado espacio que un artículo permite, tenemos que obviar muchas cuestiones sugestivas, pero aquellos interesados en más información podrán encontrar los libros digitalizados de los Congresos aquí: 1888 y 1934, así como todos los vídeos del 6º Congreso Espírita Mundial en YouTube.
PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL ESPIRITISTA
Barcelona, 8 al 13 de septiembre de 1888.
Su alma mater fue el vizconde de Torres-Solanot, gran figura del Espiritismo hispano, hombre que unía en una feliz comunión una intelectualidad de primer orden y grandes dotes de organizador. Se celebró del 8 al 13 de septiembre, coincidiendo con la Exposición Universal que tenía lugar en Barcelona.
- 70 asociaciones espíritas españolas; 18 sudamericanas; 124 francesas. 2 federaciones y 3 asociaciones belgas. 1 representando a todas las italianas. 1 de Bucarest, Rumanía. 1 de Odessa, Ucrania.
- 27 Revistas espiritistas representadas, 10 de ellas españolas.
- Presidente honorario: José María Fernández Colavida.
- Presidente de la Comisión organizadora: vizconde de Torres-Solanot.
- En la primera sesión pública, con el salón completamente lleno, ocupó la presidencia el señor vizconde de Torres-Solanot, teniendo a su derecha a Dª Amalia Domingo y Soler y a D. Miguel Vives.
Algunos de los momentos más destacados y aplaudidos del Congreso:
El Dr. Hoffman:
«¡Cuán bello sería que, mientras los adversarios se burlan de nuestros esfuerzos, de nuestra tendencia, viéramos a todos los espíritas de buena voluntad tenderse la mano, asociarse sincera y lealmente, sin intención, segunda, para trabajar en adelante con el mismo ardor y en idéntica tarea: anunciar la Verdad a los que la ignoran, iluminar el camino del porvenir a cuantos no ven aún en su rededor sino abismos y tinieblas! Esa misión debe decidirnos a dejar nuestro aislamiento, a agruparnos en apretado haz, a trabajar incesantemente, sin temor ni desfallecimiento, con amor y con confianza; acordaos, amigos míos, del apólogo del haz de flechas. Y nuestra labor no habrá adquirido su desarrollo esperado hasta el día en que todas las iniciativas, hoy dispersas, se hayan asociado para pretender, de común acuerdo, idéntico triunfo.
He ahí de dónde nace la necesidad de unirnos, de confundirnos en un mismo sentimiento de concordia y de tolerancia: he ahí el deber más estricto de cuantos espíritas aman verdaderamente el Progreso y la Verdad, de todos los hombres de corazón que se duelen de las penalidades de la existencia, de los filósofos, de los filántropos, de los legisladores; he aquí también el deseo que nuestro venerado maestro Allan Kardec rogaba siempre a la Providencia se cumpliese.
Unión, Fraternidad, Solidaridad, Libertad: éstas son nuestras aspiraciones para el futuro de la sociedad entera; y nosotros, espíritas, debemos concurrir a su realización, imperioso deber nuestro, con todos los recursos de nuestro espíritu, las fuerzas de nuestra inteligencia, el calor de nuestros corazones, y, sobre todo, con nuestro ejemplo.»
Entre las sentidas palabras de Miguel Vives, destacamos la carta enviada por una Sociedad Espiritista de 32 reos, mostrando el gran cambio moral que el Espiritismo había provocado en ellos.
En uno de los intervalos, el vizconde Torres Solanot reparte entre todos los periodistas un ejemplar del libro El espiritismo ante la ciencia de Gabriel Delanne, obras que habían sido regaladas con ese objeto por el presidente honorario del Congreso José María Fernández Colavida.
En esas sesiones se habla de la creación de la federación de todas las asociaciones espiritistas, presentándose incluso un proyecto de estatutos.
Algunas de las conclusiones del Congreso:
- Tender continuamente a unir y federar los espíritas de un país, así como a federar todos los centros nacionales de nuestra Tierra.
- Hallar modo de publicar todas las obras espiritistas en ediciones populares baratísimas.
- Propagar la Doctrina entre las masas, en los talleres, en los centros industriales y las más humildes moradas, por medio de folletos, conferencias gratuitas y periódicos.
- Trabajar en destruir sobre el planeta los últimos restos de la esclavitud en todas sus formas.
V CONGRESO ESPIRITISTA INTERNACIONAL
Barcelona, 1 al 10 de septiembre de 1934.
Presidentes honorarios: Lady Jean Conan Doyle y el profesor Ernesto Bozzano.
Presidente del Congreso y de la FEI: Humberto Forestier.
Presidente de la Comisión organizadora y presidente de la FEE: José Mª Seseras y de Batlle.
La comisión compuesta por miembros de la FEE realizó una ardua labor:
Las cartas escritas suman más de dos mil, las circulares repartidas en diferentes ocasiones, entre las organizaciones espiritistas en inglés, francés o español, más de veinte mil, las hojas volanderas distribuidas por las calles de Barcelona y poblaciones limítrofes más de cien mil, los carteles anunciadores más de tres mil, las convocatorias del Congreso en tres idiomas diez mil y los programas cinco mil.
Para asegurar la colaboración de los espiritistas de toda la Península, se nombró un delegado en cada grupo, cuya misión consistía en obtener entre sus socios el máximo apoyo para el Congreso, logrando con ello que no haya habido ni una sola entidad espiritista afiliada a la FEE que no hiciese verdaderos sacrificios para asegurar el éxito del II Gran Congreso Espiritista Internacional que se celebraba en España. Muchísimos fueron además los donativos individuales, e incluso algunas entidades no pertenecientes a la Federación Española aportaron no escasa ayuda. Conferencias, actos públicos de propaganda, fiestas literario musicales,… con el deseo ferviente de lograr que el Congreso fuese un éxito y una demostración de la pujanza que va adquiriendo el Espiritismo español.
Para facilitar la recogida de fondos… se editaron los sellos espiritistas con las efigies de Allan Kardec, Léon Denis, Conan Doyle, Cosme Mariño, Bezerra de Meneses y Amalia Domingo Soler.
En dos ocasiones se organizaron grandes actos públicos de propaganda que constituyeron un éxito pocas veces visto. Para ello obtuvimos del Ayuntamiento la cesión de los Palacios de Artes Decorativas y de la Metalurgia. En varios millares de personas podemos calcular los asistentes a cada acto, en el curso del cual los representantes del Comité ejecutivo hicieron propaganda a favor del Congreso.
Y así, entre unas cosas y otras, con el sacrificio de la gran masa española y con la ayuda de los demás países,… se fue reuniendo la cantidad necesaria que ha dado un resultado total de cerca de 30.000 pesetas, más del doble de lo gastado en cualquier otro Congreso.»
La inscripción costaba 10 pesetas.
Ningún otro congreso internacional había logrado hasta ese momento tantos países representados: 23. El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña apoyaron totalmente la celebración del Congreso. Obtuvieron del Ayuntamiento la cesión del Palacio de Proyecciones de 10.000 m2, con todo el personal anexo al mismo y los servicios de electricidad. Las dos instituciones políticas participaron de la sesión inaugural. Destacó por una organización no vista antes en un congreso.
CONGRESO MUNDIAL DE ESPIRITISMO
Madrid, 27 al 29 de noviembre de 1992.
En el año en que España conmemoraba el 500 aniversario del descubrimiento de América, que se celebraba la Expo/92 en Sevilla, los Juegos Olímpicos en Barcelona y Madrid era la capital cultural europea, la Federación Espírita Española organiza, en el Palacio de Congresos de Madrid, el Congreso Mundial de Espiritismo CME/92. Con 702 participantes (442 de España y 260 de otros países) y 16 países representados.
Alternativamente al Congreso, en la sede de la Federación Espírita Española, en la noche del 28 de noviembre, tuvo lugar una reunión histórica con la creación del Consejo Espírita Internacional (CEI), eligiéndose al entonces presidente de la FEE, Rafael González Molina, secretario general del Consejo Espírita Internacional. Gracias a su hijo, conservamos en la federación información relativa a aquel congreso, que muestra la buena organización del Sr. Don Rafael, verdadero artífice del renacimiento y organización del movimiento espírita en España.
6º CONGRESO ESPÍRITA MUNDIAL
Valencia, 10 al 12 de octubre de 2010.
El CEI ha ido agrupando, ayudando y uniendo el movimiento espírita internacional como ninguna otra institución haya realizado en toda la historia del Espiritismo. Desde su fundación, en 1992, ha realizado congresos cada tres años, bajo la denominación de Congresos Espíritas Mundiales, distinguiéndose así de los históricos internacionales.
El CEI encomendó la organización de este 6º Congreso a la Federación Espírita Española, y bajo el lema “Somos Espíritus Inmortales” logró reunir en la Feria de Valencia a 1807 asistentes, de los cuales 773 eran españoles. Fue el congreso con la representación internacional más importante hasta la fecha, con 38 países.
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