Crónica de un Congreso Singular
Crónica de un Congreso Singular
Primer Congreso Espírita ConCiencia, Calpe 7 al 9 de diciembre de 2018
Hace escasos días tuvimos oportunidad de participar en el 1er. Congreso Espírita organizado por S.E.D.E. (Sociedad Española de Divulgadores Espíritas), quedando gratamente sorprendidos por los resultados del mismo.
Hemos adjetivado como singular este Congreso en su acepción de extraordinario, pues, sin duda, para ser el primer evento oficial público organizado por esta nueva sociedad de divulgación, su desarrollo, asistencia, participación y conclusiones han sido más que notables.
Me gustaría remarcar en primer lugar la elevada capacitación de los ponentes. Todos ellos de gran experiencia en el conocimiento espírita y excelentes comunicadores en el área en la que son especialistas. Así pues, contamos con médicos, filósofos, neurólogos, pensadores, investigadores, escritores y experimentadores de elevada competencia técnica y sólida formación espiritual.
Podríamos destacar uno a uno, sin embargo, no sería ético por nuestra parte realizar este análisis a riesgo de utilizar un sesgo equivocado o poco ecuánime en el perfil particular de cada uno de ellos. Además, es de resaltar que todos, desde el primero al último, entendieron que uno de los objetivos principales del evento marcado por la organización era otorgar la mayoría del protagonismo al público asistente al Congreso y no a los ponentes del mismo. Todo ello en aras de crear un ambiente de franca camaradería, sencillez y fraternidad que no hiciera distinción entre los oradores y el auditorio.
Sin duda, todos se brindaron a compartir de esta manera el aprendizaje fruto de la experiencia común, los momentos de encuentro fuera de las conferencias, las solicitudes más simples y sencillas para quedar al servicio de todos los asistentes, y la activa participación como uno más en las mesas redondas y los debates abiertos que fueron desarrollados con auténtica fraternidad, respeto, camaradería y elevado espíritu para escuchar y aprender todos de todos.
Fue un Congreso diferente al que acudieron personas que nunca habían oído hablar de Espiritismo, quedando todas ellas impresionadas por la amplitud de los conocimientos que la doctrina de Kardec ofrece. Así como por la auténtica guía que la filosofía y la ciencia espírita concede al hombre que necesita responder a sus interrogantes sobre la inmortalidad del alma y el sentido de la vida.
Algunas de las bases de este 1er. Congreso Espírita de SEDE han sido: una actitud ecléctica, de mente abierta, alejada de prejuicios, dogmatismos o expresiones de misticismo religioso como el espíritu científico de Kardec mantenía. Sin olvidar la importancia de la filosofía kardeciana como faro que ilumina la mente del que llega por primera vez al Espiritismo para comprender la realidad y certeza de la inmortalidad del alma, además de la profundidad ético-moral que la doctrina de los espíritus preconiza como camino seguro hacia el amor al prójimo y la paz y felicidad interior del ser humano basada en el mensaje del Maestro Jesús.
El éxito de participación también tuvo mucho que ver con la simbiosis de las explicaciones que se realizaron entre la Ciencia Espírita y las investigaciones actuales de las diferentes disciplinas científicas que no hacen más que corroborar aquello que los espíritus dijeron a Kardec hace siglo y medio y cuya vigencia y actualidad sigue pujante y elevada.
Contamos también con varios compañeros Ibéricos de nuestro amado Portugal, y también ellos compartían profundamente la visión de una doctrina abierta basada en el amor al prójimo sin renunciar a la visión más profunda de Kardec respecto a la definición que hizo de la doctrina y que encontramos en el prólogo del libro ¿Qué es el Espiritismo? Y que aquí dejamos impresa para reflexión de todos:
“El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones.
Podemos definirlo así: El espiritismo es la ciencia que trata sobre la naturaleza, origen y destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal”
Podemos dar testimonio de que ésta, y no otra, ha sido la interpretación de congresistas, participantes, conferenciantes y organizadores en este Congreso celebrado y organizado por SEDE.
Si algo ha destacado del Movimiento Espírita Español desde sus inicios ha sido la integración y seguimiento fiel a esta definición del codificador. Cuando en algún momento las bases y propuestas se han alejado de este sentido crítico del espiritismo español, sin duda el Espiritismo en este país ha languidecido, se ha debilitado y no ha conseguido llegar a la sociedad. Es simple: al Espiritismo se llega para servir, no para servirse de él.
Alejados de mitos o idolatrías innecesarias hacia nada ni hacia nadie, pues todos somos iguales ante Dios, el Congreso discurrió por los derroteros del más puro espiritismo español que, desde la época de Kardec, Colavida, Torres Solanot, Amalia Domingo Soler, Miguel Vives, etc., mantuvo su pureza doctrinaria, no necesitando nunca de ninguna interpretación cultural o colonización ajena por parte de ningún movimiento espírita de ningún país.
El Espiritismo Español, supo siempre dotarse por sí mismo de las herramientas, formas de divulgación y actuación que convirtieron a España en tiempos de Kardec en uno de los países de referencia donde más floreció la doctrina de los espíritus, con cientos de Centros y publicaciones espíritas, siendo el puente que llevó el Espiritismo a América.
Un ambiente de sencillo respeto y fraternidad se contagiaba en las conferencias, las mesas redondas, los coloquios, los pasillos, los recesos para descansar, las tertulias, las reuniones improvisadas. Ni un mal gesto, ninguna actitud controvertida, sólo afecto, sólo amistad o inicio de ella, sólo camaradería, estima personal o colectiva.
Respiramos sencillez y simplicidad en las relaciones y las formas, e incluso en las ponencias fue prioridad el que todos pudieran comprender, aunque ello no restó en absoluto profundidad doctrinaria, científica o espiritual a los conocimientos impartidos. Es preciso «llegar al corazón» y a la comprensión de aquel que escucha, pues excesiva elocuencia con lenguaje artificial o técnico no alcanza el interior de aquel que escucha por primera vez la doctrina de los espíritus. Es el lenguaje del amor que también se traslada cuando se piensa más en aquel que va a escuchar que en aquel que va a exponer.
De aquí el reiterado éxito, el agradable sentimiento de fraternidad que respiramos los tres días, así como la excepcional gratitud que inundó los corazones de todos los asistentes por poner en valor la oportunidad de agradecer a Dios estas horas de excepcional emoción y elevados sentimientos de amistad y fraternidad.
Por ello debemos sentirnos satisfechos, pero nunca conformes con lo realizado. El éxito del evento ha de hacernos pensar en mejorar e implementar cada vez más la proyección social de la doctrina espírita a toda la sociedad, algo que en este Congreso ha sido más que evidente, siendo muchas las personas que han participado por primera vez, tomando así conocimiento de la doctrina de los espíritus y descubriendo un nuevo rumbo para sus vidas.
Estableciendo un paralelismo en la época de Jesús, podríamos señalar que algunos discípulos consideraban que la doctrina del Maestro era únicamente para el pueblo judío, pues él así lo era, mientras que otros, entre los que se encontraba Pablo, defendían la necesidad de llevar la buena nueva a todos los gentiles (aquellos que no eran judíos). Este mensaje de universalidad de Pablo respecto a la doctrina del Maestro es el que propició la expansión del cristianismo.
El espiritismo tiene igualmente ese carácter de universalidad señalado por los espíritus a Kardec. Es una doctrina consoladora para el hombre, certifica la inmortalidad, se abre paso en su corazón y en su mente. Por ello es preciso llevarla a todos los sitios, a todos los lugares, a todos los hombres, a los que no son espíritas principalmente. Respetando la esencia que el codificador impregnó en ella, a fin de que el mensaje que los espíritus trasladaron a Kardec llegue limpio, puro y sin tergiversaciones culturales propias de movimientos espíritas particulares.
Espiritismo sólo hay uno, y en Kardec encontramos la base, la fuente, completamente actualizada, porque el espiritismo no es su obra, sino la de aquellos inmortales que la inspiraron desde el otro lado de la vida a fin de procurar una nueva etapa en el desarrollo espiritual del hombre.
Bienvenida SEDE, ojalá los próximos eventos transcurran con el respeto, la tolerancia, el eclecticismo, la fraternidad y el éxito que este primero ha conseguido. Así lo esperamos, así lo vivimos y así lo divulgamos.
A.E.E.G.V.
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