El espiritismo en tierras germánicas
Si uno se pregunta ¿influye en el carácter el sitio dónde se nace?, podría encontrar la respuesta afirmativa de que el ambiente donde se ha crecido, la manera como se recibe la educación y se desarrolla la infancia determinan la forma en que uno se enfrenta a las vicisitudes de la vida.
El carácter, dicen muchos, se forja en el seno del hogar, se moldea poco a poco.
Los alemanes tienen en lo general un carácter serio y rígido, son por lo general personas directas y educadas, que transmiten confianza y tienen una fuerza formidable de recuperación. Por la historia de este pueblo, los germánicos saben resurgir de graves crisis con determinación para superar los problemas.
A pesar de su historia los germanos no son un pueblo guerrero y sus familias son bondadosas y en sus hogares se educan con un perfil tranquilo.
El espiritismo nos enseña que normalmente el espíritu elige dónde encarnar, buscando sacar el mayor provecho en términos evolutivos de la encarnación que empezará. Los lazos de amistad y familiares atraen al espíritu que desea prosperar en la senda espiritual, llevándolo a sitios conocidos y que tengan alguna conexión con él.
No obstante, puede ocurrir que un ser nazca en un lugar y emigre a otro. Lo que importa son las relaciones que la sociedad que le toque vivir transmita a esta persona, para pulir relaciones, limar asperezas y aprender, sobre todo en el proceso de su formación educativa, sentimental y emocional.
Pueden ocurrir infinidad de situaciones donde el espíritu experimente sus cualidades. El país, la región, la alegría o tristeza de sus gentes, la luz del sol o la falta de ella, en suma la forma de vivir, siempre imprime ciertos rasgos e influye en el carácter del pueblo, lo que no resta que la personalidad que trae el espíritu encarnante se manifieste para bien o para mal.
Esta nación, la alemana, está situada en la parte central de Europa, comparte frontera con nueve países: Dinamarca, Polonia, República Checa, Austria, Suiza, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos y Francia.
Las relaciones francoalemanas siempre han existido y han creado vínculos de diferentes índoles en cuanto a los principales acontecimientos mundiales acaecidos hasta nuestros días.
El país galo, como pueblo hermano que es del alemán, tuvo una gran influencia en cuanto a la propagación del espiritismo en tierras germánicas.
Así como Kardec envió libros a España también lo hizo a Alemania.
Estuvo de hecho en comunicación con Beblewheim, Bergzabern, Karlsruhe, Sajonia, Wiesbaden y Leipzig desde 1858 hasta 1869 según las publicaciones de la Revista Espírita.
Fue sin duda el mayor divulgador de la doctrina espírita habiendo contactado con cuatro continentes: Europa, Asia, América y África, todo un logro que merece su reconocimiento. En total, Allan Kardec mantuvo correspondencia con espíritas de 37 países.
En Europa mantuvo correspondencia con Alemania, Austria, Inglaterra, Escocia, Holanda, Bélgica, Italia, Portugal, Francia, España, Dinamarca, Suecia, Ucrania, Polonia, Rusia, Prusia, Grecia, Italia y Suiza. En Asia se escribió con China, Conchinchina, Siria, Turquía e Israel.
Ya por tierras americanas, Allan Kardec divulgó, explicó y ayudó con aclaraciones sobre el espiritismo en Canadá, Estados Unidos de América, Guayana Francesa, Colombia, Cuba, Perú, México y Brasil, hoy el mayor país espírita del mundo. Sin embargo, muchos son los desvíos destacables en la correcta práctica de la doctrina espírita en este país.
En el continente africano, Kardec recibía y enviaba cartas, comunicándose con los pueblos de Argelia, Egipto, Guinea Bissau, Islas Mauricio.
Un total de 268 localidades registradas en la Revista Espírita, con algunas de las cuales se mantenía una correspondencia asidua, ya que aparecen muchas veces referenciadas en sus publicaciones.
El desarrollo del espiritismo en el territorio teutónico viene de principios del siglo XVIII, cuando los estudiosos de la época empezaron a debatir sobre temas espirituales.
Como siempre suele pasar, las ideas innovadoras llegan paulatinamente, preparando las conciencias para las futuras revelaciones, pues la información que causará un cambio profundo de pensamiento no puede ser proyectada y distribuida de forma abrupta.
Los filósofos, los científicos, las personas influyentes empiezan a debatir y a escribir sobre las nuevas ideas espiritualistas que van allanando el camino para la futura Tercera Revelación, el espiritismo. Así ocurrió también en Alemania.
Podemos citar el caso del doctor y poeta Justinus Andreas Christian Kerner (1786-1862) que trató a la vidente Friederike Hauffe (1801-1829).
Nacido en Ludwigsburg, Alemania, Kerner creció en el seno de una familia de altos cargos ilustrados que estaba interesada en los temas intelectuales y psicológicos. La vida de Kerner tuvo una acusada presencia de temas espiritualistas.
Puede considerarse uno de los personajes más conocidos de la primera mitad del siglo XIX en la literatura alemana. La vidente Hauffe, trajo el nacimiento de las ideas espiritualistas, pues la obra en la que el médico reseñará sus experiencias resaltará la infiltración de un mundo de espíritus en el nuestro, convirtiéndose en referencia de círculos espiritistas.
Friederike Hauffe, hija de un guardabosques de Prevorst, poseía la manifestación del sonambulismo y de la clarividencia.
Nacida en 1801 cerca de Lowestein en Wurterberg, desde niña mostraba extrema sensibilidad para las percepciones sobrenaturales.
Ya en la edad adulta empezó a sufrir de fiebres, estados de inconsciencia y de catalepsia, espasmos y de delirios en cuyos estados afirmaba ver espíritus que conversaban con ella.
En 1826 el Dr. Kerner, que era médico jefe de Weisberg fue llamado para asistirla. En un estado de total flaqueza física, fue llevada a la casa del médico para recibir tratamiento, incluidos tratamientos magnéticos, fue en este momento cuando el doctor presenció numerosas muestras de sus manifestaciones.
Decidió publicar en 1829, “Die Seherin von Prevorst, Eröffnungen über das innere Leben des Menschen und über das Hineinragen einer Geisterwelt in die unsere”, o sea “La vidente de Prevorst, revelaciones sobre la vida interior del hombre y de la intrusión de un mundo espiritual en el nuestro”. Hauffe era protagonista de esta famosa obra que discurría sobre el hipnotismo, convirtiéndose en referencia de los círculos espiritistas.
Está protagonizada por la historia de Friederike Hauffe como paciente, la cual tras años de observación y convivencia por el doctor, llevaría «al médico a afirmar la existencia de un mundo de espíritus que, ocasionalmente, puede abrirse paso hasta el nuestro».
Resultó ser la publicación más conocida de entre la variada publicación sobre videntes del Dr. Kerner, que escribió algunos libros de divulgación médica, versados sobre magnetismo animal.
El Dr. Kerner dijo:
“Hauffe era sensible a cualquier emanación fluídica, principalmente de los metales, plantas, personas, estas sustancias imponderables le producen efectos sensibles en estos momentos, objetos se movían, desaparecían o por el contrario aparecían, su cuerpo parecía fluctuar.”
Su caso fue también estudiado por el Dr. Eschenmayer, profesor de la Universidad de Tubinga que junto al Dr. Kerner publicaron entre los años 1831 y 1834 cinco volúmenes de Jornal de Prevorst y Misterios de la vida interior explicados por la historia de la vidente de Prevorst en 1830.
La historia de esta vidente forma parte de la historia del espiritualismo del siglo XIX , de igual manera que las mesas parlantes, la escritura automática, materializaciones y apariciones. Sus observaciones fueron precursoras en las heladas tierras del norte siendo el Dr. Kerner uno de los principales pilares de la propagación de principios espíritas decimonónicos en Alemania.
El 5 de agosto de 1829 el Dr. Kerner desencarna y cómo podemos observar, estos libros fueron anteriores a la obra de la codificación espírita de Allan Kardec, abriendo con mayor espesor la cultura espiritualista alemana para estos temas.
Por ejemplo, podemos citar la filosofía natural de Friedrich Schelling que destacaba la unidad entre materia y espíritu, algo que además legitimaba la inclusión de los factores psicológicos en la medicina de su época.
Lo que algunos denominaron Nachtseite, o sea, lado nocturno, vedado hasta el momento histórico a la ciencia, que ahora requería nuevos enfoques científicos, donde la psique humana sería el espacio de estudio por antonomasia.
Por otra parte, el espiritismo en estos momentos daba las explicaciones de lo humano acudiendo a realidades invisibles pero presentes de alguna manera en el interior del sujeto.
Franz Anton Mesmer (1734-1815) fue quien descubrió lo que él llamó magnetismo animal, posteriormente desarrollado de manera autónoma por multitud de seguidores que lo denominaron mesmerismo.
Desde sus comienzos, los fenómenos asociados al magnetismo animal y más tarde a la hipnosis, estuvieron asociados con lo oculto, lo misterioso y lo esotérico.
En los primeros años de la década de 1790, el magnetismo animal había llegado a ser en el país germano una materia académica tratada con respeto, junto con las teorías sobre la luz y la electricidad.
En este sentido, los espíritus, fueron explicaciones teóricas articuladas para explicar los hechos paranormales que se producían en las sesiones magnéticas o hipnóticas.
Fueron los autores del romanticismo alemán quienes fascinados por el magnetismo animal lo usaron como tema central de sus creaciones literarias, siendo ellos los que acuñaron y popularizaron el término «mesmerismo”, llevándolo a su auge y favoreciendo su conocimiento hasta nuestros días.
No es casual que Sr. Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, George Du Maurier y Armand-Marie-Jacques de Chastenet, Marqués de Puységur, estuvieran intelectualmente interesados y estimulados por estas ideas.
En El gran experimento de Keinplatz (1855), Sr. Arthur Conan Doyle también establece esta conexión del magnetismo animal de la escuela swendenborgiana con el espiritismo, algo que durante el siglo XIX y primeras décadas del XX proliferó y el número de autores que usaron el mesmerismo y la hipnosis como recurso, central o periférico de sus obras creció sustancialmente.
En otros países europeos el magnetismo y el espiritismo tuvieron una presencia singular.
Con la publicación de El Libro de los Espíritus, en el siglo XIX el espiritismo se extendió con todo su vigor por muchos países, y Alemania fue también beneficiada por estas enseñanzas espirituales. Por la facilidad de poseer una linde geográfica con Francia, las lecciones de los buenos espíritus enseguida llegaran allí favoreciendo su expansión y divulgación.
No podemos datar el nacimiento del espiritismo en Alemania, pero en cuanto a su consolidación y conversión en fenómeno de masas, podemos decir que el espiritismo se desarrolla en Francia con un gran vigor. En su seno surgió, desde el primer momento, una medicina espiritista, heredera del precedente magnetismo animal, que se pone en práctica a través del médium.
Se tiene registro de mil asociaciones alemanas cuyos miembros llegaban a computarse en diez mil personas.
Como todos sabéis un hecho terrible truncó esta expansión: la llegada de los nazis al poder alemán, que expoliaron todo aquello que quisieron incluso en su propio territorio. Los libros espíritas fueron quemados imponiendo de esta forma la ignorancia de las responsabilidades espirituales, del respeto al semejante, de la conciencia de la vida futura y dirigiendo las mentes privándolas del libre albedrío, que es una concesión inalienable del espíritu.
Como en otras tierras, muchos fueron perseguidos y aniquilados por sus creencias espirituales, lo que llevó a la eliminación de las prácticas espíritas.
Pero como las Leyes de Dios están por encima de los deseos del hombre, la luz de la verdad siempre prevalece.
Tiempo después en 2003 en la ciudad de Berlín se reanudó la formación de centros espíritas y se formó la Unión Espírita Alemana. Se tiene constancia de que en nuestros días hay diez grupos activos en el territorio germano y se realizan encuentros, conferencias, seminarios y se divulga la codificación espírita y la Revista Espírita en el idioma teutón.
Por su propio carácter el pueblo tudesco está centrado en construir, en desarrollarse económicamente, en adquirir riqueza, por esto es un gran esfuerzo conseguir expandir la verdad espiritual, pues el foco general de sus aspiraciones es aún muy material.
Los prejuicios que el pueblo alemán tiene contra los conceptos espirituales y que está íntimamente ligado a la negación de la vida espiritual son una barrera que el espiritismo aspira a desbordar con la debida divulgación de las verdades invisibles.
Cláudia Bernardes de Carvalho
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