Fluidos
Los diferentes fluidos que existen en el universo son derivaciones del Fluido Universal
Fluido Universal, Fluido Cósmico o Principio Material, son diferentes nomenclaturas para designar el mismo fluido.
Hacemos un inciso, utilizar la expresión Fluido Cósmico Universal para referirse a este fluido es caer en la redundancia ya que cósmico y universal son sinónimos, según el internacionalmente conocido médium Divaldo Pereira Franco.
Lo cito, sin embargo, por la extendida e incorrecta utilización de este término en el ámbito espírita, sin embargo, llamamos la atención sobre el hecho de que el codificador de la doctrina espírita Allan Kardec y los buenos espíritus se refieren a este fluido como Fluido Universal.
Fluido Cósmico
Otros espíritus por medio de la psicografía utilizan más comúnmente el término Fluido Cósmico, que solo emplearemos cuando nos refiramos a lo dicho por estos espíritus. Lo que debemos entender es el concepto, las disidencias en estos términos están más en la forma que en el fondo, pero buscamos ser fieles a las enseñanzas profesadas por la pléyade de excelsos espíritus, por esto nos referiremos siempre a este fluido como Fluido Universal.
Observad que los correctos principios fundamentales son en todas partes los mismos y deben unirse en un pensamiento común.
Los espíritus afirman que el medio en que el Universo se equilibra es el Fluido Universal, una especie de hálito divino. Es un fluido de origen semimaterial, elemento primitivo quintaesenciado creado por Dios y punto de partida de la materia. Esta fuerza inabordable mantiene, sustenta y estructura toda la Creación.
Véase en Mecanismos de la mediumnidad del médico desencarnado André Luiz por la psicografía de Francisco Cándido Xavier, que el Fluido Cósmico es la partícula elemental del Universo y la quinta fuerza de la Naturaleza. La denomina el Plasma Divino o Hálito del Creador.
Según el autor espiritual, existe una quinta fuerza y la considera la partícula elemental.
Para clasificar a los materiales que se encuentran en la naturaleza se pueden utilizar diversos criterios.
Uno de los criterios más interesantes es aquel que considera el comportamiento de los elementos frente a situaciones especiales.
Todo aquello que tiene masa y ocupa un lugar en el espacio, es materia. Se definen los estados en que podemos encontrar la materia básicamente en cinco estados físicos o estados de agregación, en relación con las fuerzas de unión de las partículas que la constituyen: sólido, líquido, gaseoso, plasmático o radiante y estado de condensación o estado condensado de Bose-Einstein (luz líquida).
La física y la química
Para la física y la química, el plasma es al cuarto estado de agregación de la materia. Es un estado similar al estado gaseoso en el cual sus partículas están ionizadas, o sea, cargadas eléctricamente, no poseyendo equilibrio electromagnético, lo que les atribuye la característica de ser buenos conductores eléctricos.
Además, sus partículas responden fuertemente a las interacciones electromagnéticas de largo alcance. De cierta manera se puede caracterizar el plasma como un gas ionizado, que presenta características propias que no se dan en los demás estados de la materia visible.
La clasificación de fluidos mencionada depende fundamentalmente del estado y no del material en sí. De esta forma lo que define al fluido es su comportamiento y no su composición. Se clasifican en líquidos y gases.
Físicamente hablando, el fluido es un tipo de medio continuo formado por alguna sustancia entre cuyas partículas solo hay una fuerza de atracción débil. Es una sustancia que sometida a ciertas condiciones de densidad, presión y velocidad sufre tensión y se deforma no importando lo pequeña que sea la alteración a que esté sometido.
El Universo está compuesto entonces por un Plasma Divino que todo lo envuelve y está sujeto a su influencia, una especie de gas ionizado, lo cual podemos afirmar basándonos únicamente hasta dónde llega el conocimiento científico actual.
Este fluido elemental es la base que ampara todas y cada una de las asociaciones, organizaciones y oscilaciones en las diferentes expresiones de la forma material en los dominios innumerables del cosmos.
En el capítulo Agitación y Ondas, sigue explicando el autor espiritual que los espíritus elevados que están designados a promover la evolución y la inteligencia sobre nuestro orbe comprenden que la Tierra es un magneto de gigantescas proporciones, constituido de fuerzas atómicas condicionadas y cercadas por esas mismas fuerzas en multiformes combinaciones.
En esta estructura la vida produce agitación, y esta a su vez produce ondas. Toda agitación se propaga en forma de ondas, a través de los diferentes cuerpos de la naturaleza.
Una onda, en física, consiste en la propagación de una perturbación de alguna propiedad del espacio que comporta un transporte de energía sin transporte de materia. Una magnitud física como la presión, la densidad, un campo eléctrico o un campo magnético, serían ejemplos de ello.
Una vibración puede definir las características necesarias y suficientes que caracterizan un fenómeno como onda.
El término suele ser entendido intuitivamente como el transporte de perturbaciones en el espacio. El espacio perturbado puede o no contener materia más o menos densa como el aire o el agua.
Pues bien, el fluido es un cuerpo sutil que bajo un agente de contención obedece a unos parámetros; al cesar ese agente, las partículas tienden a separarse actuando libremente.
El carbono, el oxígeno y el nitrógeno, los gases nobles, metales y halógenos, por ejemplo, tienen el mismo origen fluídico, así como ocurre con el fluido eléctrico, el magnético y el vital.
Si todo se propaga a través de los diferentes cuerpos por medio de ondas, sumergidas dentro del Fluido Universal, nosotros también las emitimos y las recibimos.
Esta energía infinita, verdadera emanación divina, sostiene el pensamiento mensurable de los espíritus que vibran en él. Es en ese fluido donde las potencialidades del espíritu se manifiestan en la eternidad.
Por lo tanto, el Universo es un todo de energías dinámicas y vibrantes, manantial eterno de fuerzas vitales que expresan el pensamiento del Creador hacia su creación.
Ese hálito sublime del Padre dio origen a todas las cosas que nos rodean, las nebulosas, los sistemas estelares y planetarios y a todos los seres animados e inanimados.
Todo está sumergido en ese fluido que rellena cada rincón saturando los espacios, no existiendo el vacío tal como lo concebimos.
Se puede demostrar además que los espacios interplanetarios e interestelares no están desocupados, una materia prodigiosamente tenue los rellena.
Los expertos en cosmología y evolución de las galaxias, afirman en la astrofísica actual la existencia física de gas y polvo en el Universo.
Cuando alguien mira una estrella en un cielo despejado por la noche, por ejemplo, se puede equivocar con la falsa impresión de que está aislada, sola, fluctuando en el vacío, pensando que no hay nada que le una a la estrella. Por el contrario, existe este fluido que satura, baña, llena o sumerge todo en él, circulando libremente entre los espacios dejados por los átomos y moléculas, traspasándolos continuamente.
El Fluido Universal contiene los elementos fluídicos, materiales y vitales que rellenan el Universo y lo equilibran en su totalidad. Él es la generatriz eterna.
Anteriormente, hemos dicho que Dios creó el principio material y el principio espiritual.
Por lo tanto, la obra de Dios se origina en dos ramas, una rama material y otra rama espiritual, que constituyen junto a Dios la trinidad universal.
Digamos que la obra divina tiene dos brazos que parten por separado en su origen, sin embargo, se unen para un propósito, el de proveer medios de avance del espíritu a través de la materia.
En la misma cuestión 27 de El Libro de los Espíritus encontramos la respuesta a la pregunta si es lícito clasificar el Fluido Universal como elemento material tal como lo concebimos.
En verdad los espíritus nos explican que no. Este fluido es semimaterial pues está situado en el orden de la Creación entre el espíritu y la materia densa.
Según Jacob Melo, autor del libro O Passe, Seu Estudo, Suas Técnicas, Sua Práctica, ese Fluido Universal sería la fuente o vórtice generador matriz de todas las cosas materiales.
Tal fluido goza de una característica destacable que es la combinación de sus elementos, una propiedad especial muy importante y que también poseen todos los demás fluidos (por ser derivaciones de él, del fluido primordial).
Puede ser modificado sistemáticamente, asumiendo formas y propiedades particulares. Es el fluido que de acuerdo a la combinación que sufra se transforma o se adapta a una forma material u otra.
El reto es comprender el concepto de la maleabilidad de los fluidos bastando para ello no tener ningún prejuicio, quitando de ese modo el tupido velo que aún lo cubre.
Hay todavía otra precisión que es bueno realizar: cuando tocamos algo material, una mesa, una silla, un vaso o nuestro propio cuerpo, estamos tocando un derivado de ese Fluido Universal, ese derivado no es el fluido primordial, sino un subproducto de éste.
El Fluido Universal es la materia del mundo espiritual y material, respetando el grado de condensación del mismo en los respectivos mundos.
A medida que evoluciona el espíritu extiende su colaboración con el Ser Supremo. Al llegar al grado de perfección máximo cooperará con Dios en Su obra de manera global y amplia.
Los espíritus que llegaron a la categoría de puros, tienen pues acceso a este fluido en su amplitud.
Eso significa que, de acuerdo a su manipulación, que podría ser el enfriamiento o el calentamiento, de acuerdo a cómo lo calmen o agiten, cambiando la distancia interatómica de los elementos de este fluido, estos espíritus colaboran intensamente con Dios en la creación del macro y micro cosmos.
No existe la inactividad en el mundo espiritual, sino una Ley del Trabajo. Podemos profundizar en el conocimiento de esta ley tan importante en El Libro de los Espíritus, capítulo III.
Recordamos que los espíritus encarnados en desarrollo en la Tierra, o sea, los hombres, emplean la transformación de la materia en un aspecto mucho más cercano e inferior.
El hombre posee cierta libertad de creación, ejemplos cotidianos de ello son la manipulación de los granos de trigo transformándolos en harina para la fabricación de pan, el tratamiento de la madera para la realización de un mueble o el proceso de manipulación de polímeros para la fabricación de móviles.
Tiene pues el ser humano cierta libertad de creación. A la vez que ejercita sus facultades aprende a colaborar con Dios en cosas pequeñas, digamos de forma más estricta.
Como elemento primordial, el Fluido Universal da origen a toda la materia existente constituyendo la innumerable variedad de los cuerpos de la Naturaleza.
Tal fluido es de una pureza absoluta de la cual no podemos tener una idea precisa, pero sabemos que lo opuesto en densidad a ese fluido es la materia tangible, densa, grosera y esa sí podemos concebir y dimensionar, pues es la materia que nos rodea.
El Fluido Universal es la base. Bajo el impulso del pensamiento correctamente dirigido, sufre modificaciones derivándose en una variedad infinita de combinaciones cada una de las cuales tiene un período de existencia útil.
Podemos verificar de forma práctica en la propia vida diaria cuando todas las cosas materiales poseen un tiempo de utilidad, nada que tenga un origen material dura eternamente.
Para el entendimiento espírita, fluido es todo lo que constituye la materia, de la más densa a la más sutil, variando en una infinidad de formas con el propósito de atender a todas las necesidades físicas, químicas, vitales e inclusive las inapreciables a los instrumentos físicos y psíquicos del hombre.
La palabra fluido designa en el medio espírita tipos de materia eterizada.
El Fluido Universal posee según los espíritus un estado de imponderabilidad o eterización (estado primitivo u originario) y otro de ponderabilidad o materialización.
En el estado de eterización el Fluido Universal no es uniforme. En cada estado combinado este fluido puede expresarse en vibraciones diferenciadas, lo que genera la gama infinita de variaciones y transformaciones de la materia.
La fase de más eterización pertenece al mundo espiritual y la fase más densa pertenece a los fenómenos del mundo material visible.
Como todo es relativo en el Universo ese Fluido Universal tiene para los espíritus apariencia tangible y son para ellos lo que la materia tangible es para los encarnados.
Héctor Durville, en Magnétisme personnel ou psychique: Pour être heureux, fort, bien portant et réussir en tout, explica de manera muy clara cómo muchas formas de materia pueden ocupar el mismo espacio:
“Supongamos una cavidad cualquiera llena de piedras, que representan la materia en los diferentes estados. Las piedras no ocupan todo el espacio, pues hay entre ellas huecos que pueden ser cubiertos por arena. La arena representaría la materia mental. El agua deja espacio entre sus moléculas que puede ser penetrado por el gas, de lo que se deduce que la materia mental puede ser penetrada por otra materia todavía más sutil.”
Este raciocinio es absolutamente lógico y racional, además explica coherentemente la situación analizada, para un mejor entendimiento.
Kardec menciona el Fluido Universal en El Libro de los Espíritus simplemente como materia prima de todo el Universo, sin embargo 12 años después, en 1868 en el último libro de la codificación realizado por él, titulado La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo se refiere por primera vez al Fluido Universal como de carácter armonizador, ordenador y no caótico.
El libro mediúmnico Evolución en dos mundos también psicografiado por Francisco Cándido Xavier educa a sus lectores diciendo que el Fluido Cósmico es de naturaleza electromagnética y además añade que es la fuerza nerviosa de Dios.
Se comprenden ahora las bellas palabras de Pablo de Tarso en Hechos 17:28, cuando sostiene que en Dios nos movemos y existimos.
Estos conocimientos son complejos y aguardan la correlación con el saber científico.
El Fluido Universal sería considerado como el verdadero elemento primordial, el protoplasma de todas las materias existentes.
Etimológicamente, protoplasma deriva de la suma de dos palabras griegas, “protos”, que es sinónimo de “original” o “primitivo” y “plasma”, que puede traducirse como “figura”. El escritor Venancio Fortunato, en torno al año 600 d.C., utilizó este vocablo por primera vez al referirse a la creación primera.
Encontramos en el siguiente libro, O Passe Magnético, seus fundamentos e sua aplicação, de Salvador Gentile, este párrafo que ilustra y completa la comprensión:
«… Dios es la fuente primera de toda la vida y es de la irradiación de su campo magnético que se forma el campo magnético fundamental, donde hemos estado todos sumergidos y que mantiene la cohesión, la armonía y la vida efectiva de todos los astros que componen el Universo infinito.»
Kardec interroga a San Luis, uno de los espíritus exponentes de la Codificación Espírita, sobre este fluido: ¿Cuál es el estado en que el Fluido Universal se nos presenta en su mayor simplicidad?
“Para hallarlo en su simplicidad absoluta, sería preciso que nos remontáramos hasta los espíritus puros. En vuestro mundo siempre se halla más o menos modificado, para formar la materia compacta que os rodea. No obstante, podéis decir que el estado que se encuentra más próximo a esa simplicidad es el del fluido que denomináis fluido magnético animal.”
Si el estado más próximo al Fluido Universal al que tenemos acceso es el fluido magnético, éste estaría muy cerca de la fuerza nerviosa de Dios, que según los espíritus tienen una naturaleza electromagnética. Comprendemos ahora que toda la obra divina es energía.
Entendemos por qué es necesario entender e interpretar correctamente este fluido, pues lo utilizamos en los tratamientos de fluidoterapia de los pases magnéticos, además de saber que todo lo que nos rodea se encuentra en un estado fluídico electromagnético modificado, con sus propias vibraciones y oscilaciones.
Se ha dicho que el Fluido Universal es la fuente de la vida. Sigue preguntando Kardec, a los espíritus: ¿Sería al mismo tiempo la fuente de la inteligencia?
“No, ese fluido sólo anima la materia.”
Conviene mencionar y destacar que la materia no puede engendrar cualidades que no posee, la materia no posee inteligencia.
En el capítulo XIV de La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, Allan Kardec nos manifiesta:
“El Fluido Universal es el elemento primitivo del cuerpo carnal y del periespíritu, los cuales son simples transformaciones de él. Ese fluido, condensado en el periespíritu, puede suministrar principios reparadores al cuerpo.”
El espíritu que sí posee inteligencia necesita de un vehículo para interactuar con la materia, y este es el periespíritu del cual hablaremos en el capítulo IX.
Ese fluido vórtice generador matriz, es poseedor de una propiedad especial, la combinación. Es materia eterizada, pura, sutil. Sin este agente la materia estaría en perpetuo estado de división.
Resumiendo, las cualidades del Fluido Universal:
- Compone la materia primitiva
- Puede ser combinado
- Distingue la materia por propiedades especiales
- Intermediario entre espíritu y materia
- Produce la ponderabilidad y la agregación de la materia
En un capítulo más adelante dilataremos los conceptos de materia.
Resaltamos que es importante saber la escala espírita, porque hay diferentes niveles, orden, clase y características entre los espíritus.
Los puros son los que pueden crear a la vez que Dios de manera amplia, sin embargo, los demás espíritus también manipulan la materia, de manera, eso sí, mucho más restringida.
Esto ocurre porque solo se permite mayor autonomía a aquellos espíritus que poseen un mínimo de nivel de elevación ético-moral. Por otro lado, es algo absolutamente comprensible, no se permite en la sociedad a un niño realizar acciones de mayor responsabilidad que le comprometan por su inmadurez. Del mismo modo con los espíritus.
Antes de ir más lejos, explicamos que este fluido es tan importante por las propiedades subordinadas a las leyes universales, siendo el que regula las diferentes afinidades físicas y morales.
¿Cómo se clasifican los espíritus? Se puede encontrar una clasificación en El Libro de los Espíritus, libro II, capítulo I, apartado Diferentes órdenes de Espíritus.
De la pregunta 96 a la 99 encontraremos una breve explicación sobre las diferentes órdenes de los espíritus, si hay entre ellos jerarquías o grados de perfección. Allan Kardec realiza estas preguntas obteniendo como respuesta lo expuesto a continuación.
- ¿Son iguales los espíritus, o existe entre ellos alguna jerarquía? Pertenecen a diferentes órdenes, según el grado de perfección a que hayan llegado.
- ¿Hay un número determinado de órdenes o grados de perfección entre los espíritus? Es ilimitado el número porque no existe entre esos órdenes una línea de demarcación trazada a modo de barrera, pudiéndose así multiplicar o restringir voluntariamente las divisiones; no obstante, si se consideran los caracteres generales puede reducírselos a tres órdenes principales.
El primer orden
Puede colocarse en el primer orden a los que han llegado a la perfección, los espíritus puros; en el segundo, a los que están a mitad de la escala, los cuales se ocupan en la consecución del bien; y en el tercero, a los espíritus imperfectos, y se encuentran aún al principio de la escala, siendo sus caracteres la ignorancia, el deseo del mal y todas las malas pasiones que retardaron su progreso.
- ¿Los espíritus del segundo orden tienen solo el deseo del bien, sin que puedan hacerlo? Pueden hacerlo según su grado de perfección, pues unos poseen la ciencia y otros la prudencia y la bondad, pero todos han de sufrir pruebas aún.
- ¿Los espíritus de tercer orden son todos esencialmente malos? No, pues algunos no hacen ni bien ni mal, y otros se complacen, por el contrario, en el mal y están satisfechos cuando encuentran ocasión de hacerlo. Además, hay espíritus ligeros o duendes, más enredadores que perversos, que se complacen más en la chismografía que en la maldad, y cuyo placer son los embaucamientos y las pequeñas contrariedades, que les causan risa.
La escala espírita se divide básicamente en tres:
- espíritus del primer orden: son aquellos que ya llegaron a la perfección, los espíritus puros.
- espíritus del segundo orden: son aquellos en los que el deseo del bien es predominante, los buenos espíritus.
- espíritus del tercer orden: son aquellos en que predomina la ignorancia, el deseo del mal y todas las pasiones que retrasan su progreso, los espíritus imperfectos.
La clasificación general se puede desdoblar en matices sutiles que varían hasta el infinito, de acuerdo a sus tendencias y aptitudes y a las desigualdades intelectuales y morales.
La comprensión de esta escala es importante en la utilización de los fluidos en los pases magnéticos como prevención y tratamiento de las sintomatologías físicas y espirituales. Recomendamos su estudio.
Fluido Vital
El Fluido Vital es una derivación del Fluido Universal. También lo encontramos con la denominación en la literatura espírita de Fluido Magnético o Fluido Electromagnetizado. Es importante conocer esta nomenclatura porque se la puede encontrar en diferentes libros, sin embargo, son nombres que corresponden al mismo fluido.
Acorde a las variaciones empleadas y cambios de propiedades utilizadas sobre el Fluido Universal se crea un Principio Vital que está íntimamente ligado al movimiento y actividad en los cuerpos físicos y, consecuentemente, a la parte fisiológica de los cuerpos encarnados.
La fuerza motriz
El Fluido Vital es el responsable de la fuerza motriz que genera el movimiento en los cuerpos físicos. Sin él, la materia es bruta, inerte e inactiva, así como el fluido por sí solo, sin un agente más o menos material no posee vida.
Para explicarlo mejor, podemos decir que este fluido es el responsable de la animalización de la materia.
Según las informaciones vertidas por los buenos espíritus por medio de la psicografía, para que haya vida en la materia el cuerpo material debe poseer este fluido.
En el momento en que el cuerpo muere, el residuo de Fluido Vital que contenga este cuerpo vuelve al Fluido Universal para ser nuevamente utilizado.
Según nos explican los benefactores en el ítem 67 de El Libro de los Espíritus.
“Cuando el ser orgánico pierde esta vitalidad, por ocasión de la muerte, la materia que le servía de vehículo se descompone para formar nuevos cuerpos, el residuo de Fluido Vital que se mantiene en el cuerpo físico vuelve al Fluido Cósmico para sufrir nuevas modificaciones y reutilización en el Universo.”
El remanente del Fluido Vital que permanece en el cuerpo después de la desencarnación, vuelve a unirse al Fluido Universal, de forma más o menos rápida de acuerdo a la materialización de este individuo y la cantidad de fluido que poseía.
Si nos detenemos en la cuestión 70, Kardec hace algunos comentarios acerca del Fluido Vital:
“La cantidad de Fluido Vital no es absoluta en todos los seres orgánicos. Varía según la especie, no siendo constante en cada individuo o en individuos de una misma especie. Algunos se encuentran saturados de este fluido, mientras otros poseen apenas cantidades suficientes. Por eso, algunos tienen una vida más activa y superabundante.”
Efectivamente la cantidad de Fluido Vital es variable, transmitiéndose de un individuo a otro, el que tenga más cantidad puede donar consciente o inconscientemente al que menos tiene.
En el ejercicio de la vida este fluido se va consumiendo, agotándose, siendo insuficiente para la conservación de la vida.
Es necesario pues su sostenimiento.
La manutención del equilibrio del Fluido Vital se realiza a través de la respiración, alimentación, absorción de la luz solar, transferencia entre individuos y principalmente por el pensamiento a través del centro de fuerza coronario. Puede ser renovado por la manipulación directa en los pases magnéticos.
Como vemos, la cantidad de este fluido puede variar, se absorbe o se dona. En ciertos casos la donación del Fluido Vital a un ser agonizante en los estertores de la muerte puede prolongar la vida que está a punto de extinguirse. Además, se agota. Cuando su cuota es insuficiente, tórnase inviable para la conservación de la vida.
¿Cuáles son las características del Fluido Vital?
- Posee origen en el Fluido Universal
- Varía entre las especies
- Es variable, puede ser transmitido, absorbido y asimilado por el individuo
- Está sujeto al agotamiento
El cuerpo humano posee un equilibrio, una estabilidad; cualquier interferencia exterior o interior puede producir desarmonía, alteraciones y molestias.
Es necesario saber qué fluidos utilizamos e intercambiamos en los pases magnéticos.
En el momento en que donamos fluidos en la acción magnética de los pases magnéticos estamos manipulando Fluidos Vitales.
Es importante recordar que los fluidos magnéticos tienen su origen en la rama de la Creación que corresponde a la materia.
Estas últimas consideraciones permitirán comprender algo fundamental que debemos tener siempre en cuenta: el fluido es el vehículo del pensamiento y de la voluntad, por lo tanto, medio transformador y reactivo de los y en los fluidos. Tiene una participación sin par en los procesos mediúmnicos y anímicos.
Cláudia Bernardes de Carvalho
© Copyright 2021 Cláudia Bernardes de Carvalho
Todos los derechos reservados
Bibliografía
Bernardes de Carvalho, Cláudia, Conociendo el Pase Magnético: Salud y enfermedad., Kindle Edition, 2021.
Kardec, A., El Libro de los Espíritus
Kardec, A., La Génesis, los milagros y las predicciones según el espiritismo
Comentarios recientes