Fractales, un lenguaje espiritual
¿Qué son los fractales y qué relación existe con el mundo espiritual?, podría ser el primer pensamiento para la gente de a pie. Para un espiritualista la cuestión sería, ¿qué tiene que ver estas figuras raras con el lenguaje de los Espíritus? O aún, para un científico, ¿qué interacción enlaza los fractales, un lenguaje matemático originario de la naturaleza con la ciencia espírita?
Intentaremos relacionar estos tres ejes buscando sacar a la luz su extensa conexión.
La geometría fractal
La geometría euclidiana nació de la necesidad de describir, reconocer y estudiar los objetos que rodea al hombre. Está basada en puntos, rectas y planos que pueden describirse y manipularse. Habiendo avanzado en el tiempo pasó de la geometría analítica a la diferencial y de esta a la hiperbólica hasta llegar a la geometría fractal.
En sus principios el hombre estudió el Universo basándose en los conceptos de previsibilidad y estabilidad, porque veía un orden.
Sin embargo, la idea original del Universo ha cambiado, el hombre ha progresado en sus conocimientos y en nuestros tiempos la geometría clásica ya no era capaz de responder a la idea de caos o azar, donde lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande se combinan magistralmente.
Los fractales en la naturaleza
Empecemos describiendo qué son los fractales y cuándo se ha dado cuenta el ser humano de su existencia.
Hay muchos puntos de vista desde los que se pueden abordar los fractales, sin embargo, se acepta que son objetos compuesto por elementos geométricos de tamaño y orientación variable pero similares. Todos poseen algo en común, la repetición de un proceso geométrico elemental cuya estructura final es compleja y que resulta en una forma extraordinaria.
Poseen una característica intrínseca que es el desdoblamiento autosemejante.
Más allá de ser formas impresionantes, dibujadas en infinidad de expresiones de la naturaleza, los fractales son una secuencia matemática que describen procesos naturales.
Siempre han existido, a pesar de que el hombre se haya percatado de ellos hace unos pocos años.
Lenguaje matemático
El lenguaje matemático de los fractales rige el Universo, es una norma que ciertos objetos siguen y obedecen involuntariamente en la naturaleza. ¿Creéis que este lenguaje es arbitrario?
Sabemos por la Doctrina Espírita que los Espíritus puros colaboran con Dios en la creación, obedeciendo leyes físicas y espirituales inquebrantables e ineludibles. Poseen superioridad intelectual y moral absoluta en comparación con los Espíritus de los otros órdenes.
Acerca de los Espíritus Puros encontramos en El Libro de los Espíritus que:
“Han recorrido todos los grados de la escala y se han despojado de todas las impurezas de la materia. Alcanzaron la suma de la perfección de que es capaz la criatura, razón por la cual ya no habrán de sufrir pruebas ni expiaciones.
Como no se encuentran sujetos a la reencarnación en cuerpos perecederos, realizan la vida eterna en el seno de Dios. Gozan de una dicha inalterable, porque no están sujetos a las necesidades ni a las vicisitudes de la vida material.
Con todo, esa dicha no consiste en una ociosidad monótona que transcurre en perpetua contemplación. Son los mensajeros y los ministros de Dios, cuyas órdenes ejecutan para mantener la armonía universal.
Dirigen a los Espíritus inferiores a ellos, los ayudan a perfeccionarse y les asignan su misión. Asistir a los hombres en sus padecimientos, incitarlos al bien o a la expiación de las faltas que los alejan de la felicidad suprema, es para ellos una grata ocupación.”
Las Leyes físicas que se aplican en un mundo material como el nuestro son un lenguaje matemático. Este lenguaje expresado por medio de fórmulas recibe el nombre de su descubridor, sin embargo, son leyes que siempre han existido y el hombre apenas las descubre.
Richard Bentley en el siglo XVII escribió:
“…no hemos de creer que las orillas del mar sean realmente deformes por no tener la forma de un baluarte regular; que las montañas no son exactamente como conos o pirámides, ni las estrellas están situadas desmañadamente por no estar a una distancia uniforme.»
Los Fractales
Karl Theodor Wilhelm Weierstrass, Henri Poincaré, Lucca Paccioli, Gaston Julia y Pierre Joseph Louis Fatou han hecho sus respectivas contribuciones a las matemáticas. Sin embargo, fue en la década de los setenta que se le da nombre al concepto y cuando el estudio de los fractales despega.
Vemos cómo varios estudiosos se aproximan de forma consecutiva e incluso contemporánea al desarrollo de ideas que lleven al hombre al progreso.
Un científico matemático polaco, naturalizado francés y estadounidense llamado Benoît B. Mandelbrot, después de observar a principios de los setenta una interferencia sonora producida en las comunicaciones de su empresa, el gigante informático IBM, aprovechó el acceso a un potente ordenador de su época para su estudio. No es de nuestro interés expresar valores matemáticos de los fractales, simplemente vamos a exponer la ecuación simple que él utilizó haciendo que el resultado fuera colocado nuevamente en la ecuación repitiéndola infinitamente: Z = Zm + C.
Generó un modelo simple para eliminar la aparición de ruido en las líneas de transmisión en el sistema de comunicación digital de la empresa y las relacionó con los patrones de un libro que había leído años atrás. Esto le llevó a descubrir una relación geométrica entre los períodos de error y los períodos de transmisión limpia, por lo tanto, visual y fácilmente representable en un gráfico.
Dijo:
“Un problema tenía de cabeza a los teóricos de comunicaciones de la compañía y era el ruido de las líneas telefónicas que usaban para transmitir información en su red de ordenadores.
Ese ruido era insalvable, podían atenuarlo amplificando la señal, pero siempre aparecían las interferencias y con ellas los errores.”
Surgió entonces el principio de la comprensión de los fractales y es por ello considerado el responsable del auge de este campo de estudio y de su popularidad.
Como curiosidad
Mandelbrot era judío y en plena devastación europea por la guerra no tuvo una educación continuada, de hecho, en su infancia y juventud, no sabía el alfabeto ni multiplicar más allá de la tabla del 5. Fue un autodidacta excepcional. No obstante, las dificultades que a muchos derrotarían no le impidieron avanzar en sus ganas de aprender.
Anarquía y desorden
Podía ver las reglas y patrones donde los demás veían la anarquía y desorden, apreciando una nueva matemática irregular y fragmentada que apuntalaba la naturaleza.
Para él no era concebible un mundo de líneas rectas y círculos perfectos, debería haber algo más. Mandelbrot escribió un libro Fractales, formas, azar y dimensión (1977) que explicaba la geometría fractal en la naturaleza.
Su autor decía en el que muchas de las formas encontradas en la naturaleza podían ser descritas mediante formas matemáticas, llamadas fractales.
Nuestro científico matemático dio el pistoletazo de salida para un nuevo campo de las matemáticas, la geometría fractal. Su idea era que buscásemos el motivo que generaba lo que vemos y no la complejidad de la superficie. Descubrió la rugosidad que no existía en un mundo de bordes suaves.
Fractal es un término que el autor utilizó, extrayendo su raíz del adjetivo latino fractus que significa fracturado, roto o irregular.
Dijo:
“Acuñé el término fractal a partir del adjetivo latino fractus. El verbo latino correspondiente, fragere, significa “romper”: crear fragmentos irregulares…..¡qué apropiado para nuestras necesidades!… que, además de “fragmentado” (como en fracción o refracción) fractus también signifique “irregular”, y que ambos sentidos se preserven en fractal.”
Escribió Mandelbrot en su libro, Geometría fractal de la naturaleza (1982):
“Las nubes no son esferas, las montañas no son conos, las costas no son círculos, como la corteza de un árbol no es plana ni un rayo viaja en línea recta… La naturaleza no solamente exhibe un grado mayor sino también un nivel diferente de complejidad.”
¿En qué se diferencia la geometría fractal de la geometría euclidiana?
En tiempo, dimensión, construcción y objetos que abarca.
Como hemos dicho con anterioridad, un fractal es un objeto geométrico que posee una estructura repetitiva. Aparentemente es irregular o fragmentado, pero en realidad expresa un orden recurrente que se manifiesta en diferentes escalas.
Da igual, por lo tanto, la escala en que le observemos, su forma geométrica permanece inalterada. Por más que nos acerquemos o alejemos siempre veremos la misma figura.
Obedece pues a un principio de autosimilitud, o sea, obedece a patrones irregulares sin embargo recurrentes, dicho lo cual, es un objeto autosimilar, o sea, sus partes tienen la misma forma o estructura que el todo, aunque puedan estar ligeramente deformados.
No pensemos que el concepto de autosemejanza es una idea innovadora. Leibniz fue uno de los matemáticos que habían estudiado este concepto cuando propuso la idea sobre la estructura del Universo. Una gota de agua contenía todo un universo, que a su vez contenía gotas de agua más pequeñas; cada una de estas pequeñas gotas encerraba a su vez un universo que tenía en su interior otras gotas de agua más diminutas y así sucesivamente.
Los fractales exhiben una propriedad y siguen un algoritmo natural repetitivo, cuando lo observamos en la naturaleza o artificialmente, cuando lo creamos en un programa de ordenador. La recursividad es un proceso o rutina que se ejecuta repetidas veces, hasta el infinito o hasta que una condición especial la pare.
Se encuentran fractales planos o espaciales que pueden estar constituidos por componentes infinitos y se les observa en tres diferentes tipos de autosimilitud. Existen además los lineares y no lineares. Por lo tanto, los fractales pueden ser estudiados como objetos límites o como objetos producto del proceso infinito.
¿Cómo se construye artificialmente un fractal?
Por medio de una función o fórmula simple mencionada anteriormente se empieza a dividir triángulos grandes en otros más pequeños, sucesivamente lo que se denomina en matemática iteración. Esta es la clave de la geometría fractal artificial, que trata de modelar experimentos científicos y descubrir fenómenos naturales.
Muchas estructuras naturales son del tipo fractal y la propiedad matemática clave de un objeto fractal genuino es que su dimensión métrica es un número no entero. Posee una bifurcación continua.
No vamos a saturar aquí a los lectores con fórmulas matemáticas aplicadas a la creación de programas informáticos, nuestro interés es correlacionar los fractales con la ciencia espírita por medio de este lenguaje espiritual.
Después de ser descubierta la forma de interpretar la naturaleza, los científicos computacionales han podido aplicarlo en múltiples aspectos, pues resultó ser una magnífica herramienta multidisciplinar utilizada en variados campos.
Desde lo cotidiano de su utilización para una mejor calidad de vida hasta la comprensión de nuestro propio cuerpo físico, los fractales se manifiestan en cantidad de áreas que nos atañen.
Su estudio sirve para el análisis de sistemas micro y macro que varían desde la estructura interna del ADN hasta las estructuras de las galaxias astronómicas.
Fractales naturales
Los fractales naturales aparecen en la naturaleza, funciona como en un análisis de sistemas dinámicos que varían en el tiempo.
La geometría fractal ocurre constantemente en la naturaleza y posee un amplio rango de aplicaciones en campos muy diferentes. Utilizamos este conocimiento aplicándolo en nuestra cotidianidad.
Observamos en Biología, por ejemplo, la presencia fractal en los copos de nieve, en las bifurcaciones de las ramas de los árboles, incluso el patrón de los árboles en un bosque obedece a los principios fractales, las estructuras de las flores, la forma de estrellas diminutas de los granos de arena de la playa de Okinawa en Japón, que son en realidad, exoesqueletos de protozoos marinos de hace más de 500 millones de años.
Se percibe los fractales en las plumas de las aves, en las escamas de los peces y anfibios, todos estos ejemplos sirven de fuente de estudio de esta rama científica.
En la Zoología, las patas de un pulpo, la cola de un caballito de mar, las conchas, las telarañas, los fitoplánctones son ejemplos de fractales y espirales.
El movimiento de las bandadas de pájaros, cuando en grupo hacen dibujos en el aire o los bancos de peces en el mar, obedecería a un modelo que las ecuaciones fractales podrían representar. Lo aparentemente aleatorio de estos patrones de movimientos respondería a una pauta perfectamente ordenada.
Sin embargo, hay causas naturales como el viento o el movimiento del agua en el fondo del mar que serían variantes a tener en cuenta. Por lo tanto, los sistemas fractales no se pueden usar todavía para predecir con exactitud eventos caóticos, pero sí decirnos que tales eventos sucederán. ¡Un gran avance para el hombre!
En Medicina, se observan los fractales en las estructuras del cuerpo humano, donde abundan las estructuras fractales, por ejemplo, en los patrones de la red sanguínea (sistema arterial y venoso), en la red nerviosa, en los bronquios y sistemas de tubos pulmonares, en los conductos biliares o en la superficie de las proteínas.
Dentro de la especialidad de cardiología, los estudios recientes han demostrado que el ritmo cardiaco a lo largo del tiempo presenta una forma fractal. Los patrones repetitivos y periódicos son signo de enfermedad.
Un corazón sano es capaz de cambiar su ritmo cardiaco para compensar las necesidades del organismo. Los sistemas simpático y parasimpático, transmiten al cuerpo estas oscilaciones caóticas.
Un corazón enfermo por el contrario no es capaz de adaptarse, presentando una pauta regular que termina por degenerar los tejidos produciendo un fallo en el sistema circulatorio. Por lo tanto, el entendimiento del lenguaje fractal es esencial para un correcto entendimiento del sistema cardiovascular.
Además, la utilización de técnicas fractales es muy importante para predecir enfermedades óseas como la osteoporosis, que se detecta analizando la textura de los huesos.
En la investigación del cáncer, se emplea análisis de fractales para detectar las ramificaciones venosas que alimentan a las células que sufren alteraciones.
Hay estudios que refieren un comportamiento fractal macroscópico en tumores, así como a nivel celular a escalas micrométricas. La geometría fractal pura solo parece surgir en las células durante la transición a la enfermedad, pero desaparece una vez instalada la alteración leve o grave.
La aparición de la fase cancerosa, sugiere la existencia de un nuevo indicador lo que tal vez podría contribuir en un futuro al diagnóstico temprano de la enfermedad según el estudio de I. Sokolov.
Los fractales naturales reflejados en el cuerpo humano y animal son útiles para paliar los fallos, las lesiones, los traumas o los deterioros orgánicos que permiten que el cuerpo pueda seguir funcionando ayudando a que las zonas sanas suplan las funciones de las dañadas.
En la ciencia atmosférica denominada Meteorología, las aplicaciones de los fractales son un apoyo interdisciplinar al igual que la física y la química de la atmósfera. Se utilizan para estudiar el comportamiento climático, pues el clima es un ejemplo típico de sistema caótico.
En 1963, Edward Lorenz presentó un modelo climático, basado en la interrelación entre la temperatura, la presión y la velocidad del viento, titulado, ¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil provocar un tornado en Texas?, que se convirtió en un artículo básico de la Teoría del caos.
Es muy útil el estudio fractal para la comprensión de las fronteras difusas de las nubes, la trayectoria de un meteorito o las lluvias ácidas, por ejemplo.
En Astrofísica, son utilizados para el análisis de la formación estelar, pues las nubes de partículas obedecen al principio de autosimilitud. Es aceptada hoy día la idea de que la naturaleza fractal del gas interestelar es la clave de la formación de las estrellas en el Universo.
Se estudian además estos parámetros en la superficie lunar, en la representación de los anillos de Saturno o en la curvatura del espacio-tiempo.
Las transiciones de fase en magnetismo, el estudio de los rayos, el reflejo de la luz bajo el agua, de la rotación de la Tierra son algunas áreas de atención del estudio fractal en la Física.
La aplicación matemática de los fractales se ve facilitada en el estudio de la convergencia de métodos numéricos y en la ciencia química en la agregación por difusión limitada.
Adicionalmente en Geología se utilizan los fractales en el análisis de patrones sísmicos, modelos de formación geológica o en fenómenos de erosión, grietas por la sequía, en el estudio de los gases expulsados por los volcanes. Además, se emplea en el estudio del cálculo de las distancias de las costas de los países, por ejemplo.
Por medio de los sistemas fractales se estudia en Hidrografía las variaciones de volumen de agua, el trazado de un río, la contaminación de acuíferos, el movimiento de aguas subterráneas o las olas marinas.
También en la construcción de modelos matemáticos relacionados con la explotación de bolsas de petróleo.
Todos estos puntos antedichos son aplicaciones de los sistemas fractales a raíz de la observación de la naturaleza, donde se aprecian los patrones matemáticos de los fractales, así como otras secuencias matemáticas como las sucesiones de Fibonacci y el número áureo.
Por lo tanto, observamos los fractales en todas partes.
Fractales artificiales
Se pueden definir estos objetos físicos por un modelo matemático fractal aproximándose satisfactoriamente a su realidad en todas las franjas de escala, lo que nos lleva a su aplicación en nuestro día a día.
En las Ciencias de la computación, uno de los principales objetivos es obtener imágenes dentro del campo del arte digital lo más fidedignas posible buscando la realidad virtual y para ello se utiliza la geometría fractal.
En Informática el salto cualitativo que supuso la aplicación de sistemas fractales ha revolucionado la reproducción y generación de imágenes en la simulación de paisajes de montañas, árboles, hojas, bosques, animales, humanos, galaxias en la ficción de juegos y películas. Este descubrimiento ha proporcionado un desarrollo exponencial de la inteligencia artificial, softwares y procesadores.
También es el estudio de los fractales es útil en las técnicas de compresión de audios y vídeos. Hoy día se utiliza también en publicidad o en la creación de modelos de tráficos de redes.
En robótica los fractales son necesarios para la arquitectura de algoritmo de funciones de control.
En el área tan empleada por los jóvenes y no tan jóvenes, las telecomunicaciones vía móviles, los fractales ayudan en la creación de sus antenas y placas bases, por ejemplo.
En la moda, los diseñadores utilizan los dibujos fractales en la fabricación de ropa con diferentes estampados textiles que los imitan. La marroquinería también intenta dibujar los patrones fractales en sus piezas. Los mandalas y los caleidoscopios son ejemplos también de patrones fractales.
La aplicación de fractales en Arquitectura ayuda a dar sensación de textura, movimiento y volumen a una construcción.
Por ejemplo, en las vidrieras de las iglesias góticas se pueden observar, así como en las pirámides de las culturas mesoamericanas y egipcias.
El hombre utilizó este conocimiento anteriormente de forma intuitiva en las construcciones y ahora de forma consciente. Apreciamos modelos de arquitectura fractal en el Burj Doha en Qatar, en el edificio Vessel en Nueva York o en el Pabellón de Enlightened en Bangkok.
En Economía se utiliza para el análisis bursátil y de mercado. La teoría de los fractales ayuda a leer el mercado demostrando que se repite a diferentes escalas temporales y en ciclos de tres años.
En la música fractal encontramos una conexión con la naturaleza, ella intenta establecer los potenciales usos de la recursión, la iteración y las matemáticas complejas como una extensión de la composición musical.
Johann Sebastián Bach, Ludwig van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart son músicos internacionalmente conocidos. Estudios de los fractales revelaron que su música presenta ciertas propiedades fractales.
Las estructuras fractales en composiciones clásicas:
Un ejemplo de una pieza autosemejante es La coral situada al final de El arte de la fuga (Die Kunst der Fuge) de 1749 de Bach. En ella los mismos motivos son repetidos una y otra vez con distintas variaciones.
Se observan también entre la estructura del conjunto de Cantor y la primera Ecossaisen de Beethoven.
La estructura fractal autosemejante es análoga a la repetición utilizados para crear unidad y coherencia en la música.
En nuestros días algunos sintetizadores utilizados en la música techno se apoyan en la geometría fractal en sus composiciones.
Puede que algunas personas de a pie piense que ya son muchas las aplicaciones, sin embargo, podemos ver en un plato de un restaurante formas irregulares típicas de los fractales, pues el sector de la gastronomía también explora dichas formas.
Antropológicamente
En el arte tradicional los dibujos fractales fueron utilizados desde los incas, mayas y egipcios, los apreciamos en los tatuajes, en los grabados de los metales o en construcciones de sus respectivas pirámides.
El estudio antropológico demuestra que el hombre utilizaba los dibujos fractales sin saberlo, pues estos se reproducen en distintas culturas.
En una mirada más reciente, el considerado como uno de los máximos representante del surrealismo, Salvador Dalí, ha hecho uso repetidamente de la propiedad de tener el mismo aspecto a cualquier escala de observación en su obra “El rostro de la Guerra” de 1940, que se encuentra en el Museo Boymans van Beuningen en Rotterdam.
La conciencia humana y su naturaleza fractal, una ciencia cognitiva fractal
El cerebro está compuesto por células llamadas neuronas y presenta una naturaleza fractal en su electroencefalograma (EEG). La dimensión fractal del EEG se ha relacionado con distintas funciones o patologías del cerebro. ¿Os acordáis del comportamiento del corazón que hemos descrito anteriormente? Pues con el cerebro pasa lo mismo.
Algunos científicos piensan que su actividad combinada genera la conciencia y se han dado cuenta de que el trazado del electroencefalograma se correspondía con un fractal.
Un estudio realizado por Matthias Mölle, Lisa Mall, Britta Wolf, Horst L. Fehm y Jan Born en 1999, mostró que el pensamiento de asociación libre de ideas, o sea el pensamiento divergente, se relaciona con una dimensión fractal mayor que el pensamiento convergente que está focalizado en un objetivo determinado, existiendo un nexo entre la dimensión fractal del EEG y la cognición humana.
Cada neurona contiene microtúbulos, que transportan sustancias a diferentes partes de la masa cerebral, este entrelazamiento cuántico sería el generador de la consciencia.
¿Cómo puede la actividad en la sinapsis en una misma neurona o en diferentes dar lugar a un concepto unificado de pensamiento?
La teoría de la conciencia cuántica del astrofísico Roger Penrose y el psicólogo Stuart Hameroff apoya la idea de que los microtúbulos están estructurados en un patrón fractal que permitiría que se produjeran procesos cuánticos.
Los fractales son estructuras que generarían lo que es aparentemente imposible: una estructura que tiene un área finita, pero un perímetro infinito.
El motivo de la utilización de los fractales para explicar la complejidad de la conciencia humana es de fácil entendimiento. Dado que ellos permiten que la complejidad surja de patrones simples repetidos, podrían ser las estructuras idóneas que sustentan las misteriosas profundidades de nuestras mentes.
Sin embargo, si fuera así, sólo podría estar ocurriendo a nivel cuántico, con diminutas partículas agitándose en movimiento en patrones fractales dentro de las neuronas del cerebro. Esto es lo que se denomina “Teoría de la conciencia cuántica”.
Estas investigaciones aún son muy recientes y esperamos que los científicos encuentren las respuestas a estas incógnitas.
En 1938, Albert Einstein, considerado el científico más destacado del siglo XX por su Teoría de la Relatividad, dijo:
“La formulación de un problema es frecuentemente más esencial que su solución, que puede ser tan solo un asunto de destreza matemática o experimental. Plantearse nuevas cuestiones, nuevas posibilidades, ver viejos problemas desde un nuevo ángulo, requiere una imaginación creadora y marca un avance real en la ciencia.”
El espiritismo es científico
¿Qué misterios puede ayudar a revelar y encontrar el orden en un supuesto caos, decodificar y penetrar un código invisible, que se torna visible?
El desarrollo de cualquier disciplina científica es una red compleja de procesos rigurosos que han permitido su integridad. Los resultados obtenidos en el momento de ser aplicados en forma de desarrollo de tecnologías, servicios y beneficios para solucionar problemas específicos es el gran logro de la ciencia.
Una de las mejores definiciones que describen adecuadamente a la ciencia es la de Pérez Tamayo que indica que la ciencia es:
“… una actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido por medio de un método organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso.”
Los fractales tienen el objetivo de poder analizar y modelar los objetos irregulares de la naturaleza. Su conocimiento es uno de los caminos que nos acercan a los fenómenos que ocurren en ella, tal como ha sido creada por Dios.
Lenguaje espiritual
Qué profunda belleza hasta entonces oculta refleja el entendimiento de los fractales.
Este sistema posee fuerza y por lo tanto poder. Es la estética de las formas dentro de lo que juzgamos áspero e imperfecto.
¿Qué similitud existe entre las descargas eléctricas ramificadas que aparecen en la superficie o el interior de un material aislante y la silueta de un árbol cualquiera?
Se bifurcan sucesivamente hasta escalas más pequeñas o hasta el infinito. ¿No es esto asombroso?
A partir de la estructura original simple, un sistema fractal continuaría creando patrones infinitamente nuevos lo que demostraría que algo podría ampliarse para siempre. ¿Serán los fractales la punta del hilo del que tirar para la comprensión del infinito?
Toda esta complejidad proviene de una ecuación increíblemente simple, reglas muy simples dan lugar naturalmente a objetos muy complejos.
¡El fin es el comienzo!
Hemos visto que los fractales siempre han existido en la naturaleza, sin embargo, son uno de los grandes hallazgos matemáticos recientes. Como lenguaje de construcción de la materia es considerado por algunos como la huella digital de Dios.
“La ciencia es lo que ha marcado un antes y un después en la historia de la Humanidad.
Gracias a ella, sabemos nuestro lugar en el Universo. Gracias a la aplicación de su producto tenemos la mayor parte de los avances tecnológicos más importantes, como son todas las medicinas, los dispositivos electrónicos y el desarrollo económico.” (Noah Harari, 2013).
La regla fractal se aplica, como hemos visto, a nuestro mundo material. Pero ¿quién hizo la naturaleza?
Dios es el creador de todo lo que existe, es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Sin embargo, los Espíritus que ya alcanzaron la perfección, que Le vislumbran y comprenden ayudan en Su obra. Esta es nuestra meta, alcanzar el nivel moral e intelectual para colaborar con Dios en Su obra. ¿Puede uno aspirar a más?
Los buenos Espíritus se manifiestan en la creación de los mundos, pero para llegar al más alto nivel de conocimiento tuvieron que pasar como nosotros por todos los niveles de aprendizaje.
Elevemos nuestro pensamiento para imaginar la creación del Sistema Solar, donde se tuvo que respetar el factor tiempo, velocidad, aceleración y las dimensiones para la construcción de los planetas y su astro, así como de la Vía Láctea y demás centros de desarrollo del Espíritu distribuidos en el Universo infinito.
¿No sabemos por medio de los buenos Espíritus que toda la creación es derivada de dos principios, el principio material y el principio espiritual?, ¿que todos los fluidos son derivados del mismo fluido primigenio cósmico universal?
¿Cómo puede un fluido abarcar todo el Universo, ser eterno e infinito?
De momento no podemos contestar a esta preguntan, pero sí sabemos que hoy día los científicos realizan en los aceleradores de partículas mini Big Bangs dónde estudian los quarks simulando con mucha frecuencia el origen del Universo.
Ellos han identificado el plasma de quarks y gluones. Para generarlo se necesita temperaturas 100.000 veces mayor que las del núcleo del Sol, y comprimir unos 200 neutrones y protones al tamaño de un solo protón para que el plasma aparezca.
Este plasma se supone que representa el estado de todo el Universo unos microsegundos después de la gran explosión, es considerado un plasma perfecto.
Pero este plasma puede ser solamente uno de muchos estados, ya que el número de partículas que le originan en un efecto cuántico pueden dividirse en otras dos que pueden a su vez dividirse en otras dos, etc.
Como estas partículas al estar a altas velocidades no se pueden dividir para siempre, pues su espacio límite es finito, se sobreponen, lo que los científicos llaman un Color Glass Condensate, Vidrio condensado de color.
Entre el estado inicial y el plasma resultante hay algo que los científicos llaman Glasma, que consideran la dinámica responsable de cambiar un sistema coherente a uno incoherente.
Esta es la prueba de que existe una nueva materia, un quinto estado, lo que había previsto el científico Einstein.
Os he dicho anteriormente que hoy día la idea de que la naturaleza fractal del gas interestelar, este plasma primigenio, como la clave de la formación de las estrellas en el Universo ya es aceptada.
Se supone que en el Big Bang toda la materia y energía del Universo se encontraba comprimida en la singularidad inicial.
Nosotros vivimos en un espacio-tiempo deformado y la teoría que lo explica es la relatividad general, a escala atómica una partícula puede estar en varios sitios a la vez o tener distintas velocidades o energías según explica la mecánica cuántica.
¿Podría ser que la formación del Universo obedeciera a una propiedad fractal?
Los estudios avanzan y algunos expertos proponen un modelo que consideran que lo que hubo fue un Big Bounce, o sea, un gran rebote, habría un cosmos anterior al Big Bang, teoría que explica la Cosmología Cuántica de Bucles. El evento cosmológico primero que conocemos como Universo sería producido por otro ya existente que a su vez fue producido por otro, anterior a él y así sucesivamente.
«Ahora bien, si sabemos que la Tierra es nada o casi nada en el sistema solar; que este es nada o casi nada en la Vía Láctea; que esta, a su vez, es nada o casi nada en la universalidad de las nebulosas, y que incluso esa universalidad es muy poca cosa dentro del inconmensurable infinito, entonces comenzaremos a comprender qué es el globo terrestre.» Capítulo VI, punto 36, Vía Láctea de La Génesis.
¿No respondería esta teoría a un patrón fractal de la eternidad y del infinito? ¿Nos estaríamos acercándonos al principio de la comprensión de lo que existe?
Todavía no lo sabemos, sin embargo, los estudiosos siguen buscando teorías para responder a todas las leyes de la relatividad y de la cuántica, una teoría unificadora del todo, cohesionando todas las fuerzas fundamentales del Universo.
Fractaliformas en el infinito
Los fractales son un lenguaje matemático que rige el Universo, observamos estos patrones repetidos, similares o distintos como son los miles de millones de galaxias dentro de las cuales hay billones de estrellas, dentro de las cuales hay miles de millones de sistemas solares, de planetas. ¿Serian los fractales con su naturaleza aún por desvelarse en su totalidad un potencial para entender el infinito?
Expresó el inventor, considerados por muchos como el genio que iluminó el mundo, Nikola Tesla:
“Si quieres encontrar los secretos del Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración.”
Sabemos que los Espíritus utilizan las Leyes inmutables para la ejecución de los mundos. Obedecen pues a las fórmulas matemáticas bajo un comando de la voluntad, por lo tanto, del pensamiento, en una expresión lingüística espiritual del amor a Dios. Este lenguaje es creador y cumple sin excepciones las exigencias de las Leyes Universales.
En El Evangelio según el Espiritismo, punto 12, La fe divina y la fe humana, del capítulo XIX, La fe mueve montañas, Instrucciones de los Espíritus, encontramos:
“Es la conciencia que él tiene (el hombre) de sus facultades inmensas, cuyo germen se depositó en su interior, al principio en estado latente, y a las que debe desarrollar y aumentar mediante la acción de su voluntad. Hasta el presente, la fe sólo ha sido comprendida en el aspecto religioso, porque Cristo la preconizó como palanca poderosa, y porque Él fue considerado exclusivamente como el jefe de una religión.
No obstante, Cristo, que hizo milagros materiales, demostró con esos milagros el poder del hombre cuando tiene fe, es decir, la voluntad de querer, y la certeza de que esa voluntad puede alcanzar su objetivo.”
“El magnetismo es una de las más grandes pruebas del poder de la fe puesta en acción. Gracias a la fe, esa energía cura y produce los fenómenos sorprendentes que en el pasado fueron calificados de milagros. Lo repito, la fe es humana y divina.
Si todos los encarnados estuvieran absolutamente persuadidos de la fuerza que tienen en sí mismos, y si quisieran poner su voluntad al servicio de esa fuerza, serían capaces de lograr lo que hasta el presente se ha denominado prodigios y que, no obstante, se trata simplemente del desarrollo de las facultades humanas.”
Lo que lleva a deducir que la voluntad bien direccionada realiza los deseos del pensamiento. Si las leyes son inmutables, los Espíritus perfectos las usan en la obra de Dios, en la ejecución de Sus mandatos, por medio de una voluntad robusta.
Si a una escala muy inferior, podemos dirigir la fuerza magnética por medio de la voluntad para lograr ponerla en acción y producir modificaciones a nivel material, a escala mucho más elevada de desarrollo espiritual podemos imaginar al Espíritu manipulando las energías del mundo invisible para un fin útil.
“Las estrellas que se denominan fijas no están inmóviles en la extensión. Las constelaciones que el hombre imaginó en la bóveda del firmamento no son creaciones simbólicas reales.
La distancia a que se encuentran de la Tierra, así como la perspectiva con que se mide el universo desde la estación terrenal, constituyen las dos causas de esa doble ilusión óptica. Hemos visto que la totalidad de los astros que titilan en la bóveda azulada se encuentran encerrados en una misma aglomeración cósmica, en una misma nebulosa a la que vosotros llamáis Vía Láctea.
Con todo, si bien pertenecen al mismo grupo, no por eso cada uno de esos astros deja de estar animado por movimientos de traslación en el espacio, pues el reposo absoluto no existe en ninguna parte. Los astros están regidos por las leyes universales de la gravitación y ruedan en la extensión al impulso incesante de esa inmensa fuerza.
Ruedan, no según rumbos trazados por el acaso, sino según órbitas cerradas cuyo centro está ocupado por un astro superior.
Para hacer, por medio de un ejemplo, más comprensibles mis palabras, me referiré de modo especial a vuestro Sol.
Se sabe, por medio de observaciones modernas, que el Sol no está fijo ni en un centro, como se creía en los primeros tiempos de la nueva astronomía, sino que avanza por el espacio arrastrando consigo su vasto sistema de planetas, satélites y cometas.
Ahora bien, esa marcha no se produce por acaso. El Sol no deambula por los vacíos infinitos, extraviando a sus hijos y súbditos lejos de las regiones que se le han asignado.
No, su órbita está determinada y, en concurrencia con otros soles de su misma categoría, rodeados como él de un cierto número de tierras habitadas, gravita en torno de un sol central.
Su movimiento de gravitación, al igual que el de sus soles hermanos, no es apreciable mediante observaciones anuales, ya que solamente un gran número de períodos seculares serían suficientes para determinar la duración de uno de sus años astrales.
Ese sol central, al que acabamos de aludir, es a su vez un globo secundario que se relaciona con otro más importante aún, alrededor del cual perpetúa una marcha lenta y acompasada en compañía de otros soles del mismo orden.
Podríamos comprobar esa subordinación sucesiva de soles a soles, hasta que nuestra imaginación se canse de ascender a través de esa jerarquía, porque no olvidemos que se pueden contar, en números redondos, unos treinta millones de soles en la Vía Láctea, subordinados unos a otros como los engranajes gigantescos de un inmenso sistema.
Y esos astros, en cantidades incontables, viven una vida solidaria. Así como nadie se encuentra aislado en la economía de vuestro pequeño mundo terrestre, tampoco nada lo está en el universo inconmensurable.
Vistos a la distancia, con la mirada inquisidora del filósofo que pudiese abarcar el panorama que el espacio y el tiempo despliegan, esos sistemas de sistemas parecerían una polvareda de pepitas de oro levantada en torbellinos por el soplo divino, que hace volar por los cielos los mundos siderales, así como vuelan los granos de arena en las dunas del desierto.
¡Nada de inmovilidad, nada de silencio, nada de noche!
El gran espectáculo que entonces se desplegaría ante nuestros ojos sería la creación real, inmensa y plena de la vida etérea que abarca en su inmenso conjunto la mirada infinita del Creador.
No obstante, hasta aquí hemos hablado de una única nebulosa que, con sus millones de soles y sus millones de tierras habitadas, forma apenas, como ya lo hemos dicho, una isla en el archipiélago infinito.” (La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, capítuloVI, ítem 40.)
Así como los soles no están inmóviles, los planetas también tienen su ciclo. Podemos observar un trazado en el movimiento sideral del Planeta Venus en el espacio. Un bellísimo dibujo de pentagrama. 8 años de la Tierra son aproximadamente 13 años de Venus, los movimientos de estos dos planetas dibujan un patrón fractal con simetría de 5 pétalos con el Sol en el centro.
La Doctrina Espírita es ciencia no solo por la parte que encierra la comunicabilidad de los Espíritus con el hombre encarnado, abarca mucho más.
En el mismo libro citado anteriormente en su introducción encontramos:
“La doctrina espírita es el resultado de la enseñanza colectiva y concordante de los Espíritus. La ciencia está llamada a constituir la génesis de acuerdo con las leyes de la naturaleza. Dios prueba su grandeza y su poder a través de la inmutabilidad de sus leyes, y no mediante su derogación. Para Dios, el pasado y el futuro son el presente.”
“Al demostrar la existencia del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo material, el espiritismo proporciona la explicación de una inmensidad de fenómenos que no se han comprendido, y que por eso mismo han sido considerados inadmisibles por parte de cierta clase de pensadores.
Esos hechos abundan en las Escrituras, pero sus comentadores no han conseguido llegar a una solución racional, pues ignoraban la ley que los rige.
Ubicados en dos campos opuestos, han girado siempre dentro del mismo círculo de ideas: los unos menospreciando los datos positivos de la ciencia, los otros sin considerar el principio espiritual. Esa solución se encuentra en la acción recíproca del espíritu y la materia.”
Los fractales representan una gran herramienta revolucionaria interdisciplinar que encaja a la perfección con los dictámenes espirituales.
Obedeciendo al rigor que la ciencia de la Tierra exige los hombres avanzan en la búsqueda de respuestas.
En el capítulo I del mismo libro leemos:
“Desde este punto de vista, todas las ciencias que nos hacen conocer los misterios de la naturaleza son revelaciones, y se puede decir que existe para la Humanidad una revelación incesante.”
Nikola Tesla afirmó:
“Mi cerebro es solo un receptor, en el Universo hay un núcleo del cual obtenemos conocimiento, fuerza e inspiración.”
¿No ha tenido Mandelbrot una intuición reveladora en una sorprendente aventura intelectual?
En Caracteres de la Revelación Espírita, vemos:
“Así como la ciencia propiamente dicha tiene por objeto el estudio de las leyes del principio material, el objeto especial del espiritismo es el conocimiento de las leyes del principio espiritual.”
“El espiritismo y la ciencia se complementan recíprocamente; la ciencia sin el espiritismo se encuentra en la imposibilidad de explicar ciertos fenómenos sólo por las leyes de la materia; al espiritismo, sin la ciencia, le faltarían el apoyo y el examen. El estudio de las leyes de la materia debería preceder al de la espiritualidad, porque la materia es la que primero impresiona los sentidos. Si el espiritismo hubiese llegado antes que los descubrimientos científicos, se habría malogrado, como todo lo que aparece antes de tiempo.”
“Todas las ciencias se concatenan y se suceden en un orden racional; nacen las unas de las otras, a medida que encuentran un punto de apoyo en las ideas y los conocimientos anteriores.
La astronomía, una de las primeras cultivadas, conservó los errores de su infancia hasta el momento en que la física reveló la ley de las fuerzas de los agentes naturales; la química, impotente sin la física, tuvo que acompañarla de cerca, para después marchar ambas en concordancia, amparándose una a la otra.
La anatomía, la fisiología, la zoología, la botánica, la mineralogía sólo llegaron a convertirse en ciencias serias con el auxilio de las luces que les aportaron la física y la química. A la geología, nacida ayer, sin la astronomía, la física, la química y todas las otras ciencias, le habrían faltado elementos vitales; ella sólo podía llegar después de aquellas.”
“La ciencia moderna abandonó los cuatro elementos primitivos de los antiguos y, de observación en observación, llegó a la concepción de un solo elemento generador de todas las transformaciones de la materia; pero la materia, de por sí, es inerte; no tiene vida, pensamiento ni sentimiento; le es necesaria su unión con el principio espiritual.
El espiritismo no ha descubierto ni inventado este principio, pero fue el primero en demostrar su existencia por medio de pruebas irrecusables.
Lo ha estudiado, analizado, y puso en evidencia su acción. Al elemento material le adicionó el elemento espiritual.
Elemento material y elemento espiritual son, pues, los dos principios, las dos fuerzas vivas de la naturaleza. Mediante la unión indisoluble de ambos se explica fácilmente una infinidad de hechos hasta entonces inexplicables.
Puesto que tiene como objeto el estudio de uno de los dos elementos que constituyen el universo, el espiritismo se relaciona forzosamente con la mayor parte de las ciencias; por consiguiente, sólo podía llegar después de que estas hubieran sido elaboradas.
Nació por la fuerza de las circunstancias, por la imposibilidad de que el hombre explicara todas las cosas con la sola ayuda de las leyes de la materia.”
Kary B. Mullis, Premio Nobel de Química dijo:
“Esto de la invención tiene sus propias reglas. A menudo, cuando alguien intenta descubrir algo, no es la lógica lo que lleva a la solución, sino un sinuoso proceso subconsciente. A menudo la solución está en algo que, en un principio, puede parecerte un error. Y sin embargo no es suerte. Es algo inevitable. Porque después ves que todas las piezas encajan, que estaban ahí, esperando que alguien las uniera. Así funciona la creatividad.”
Volviendo al libro La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, leemos:
“No existe ninguna ciencia que haya salido concluida del cerebro de un hombre. Todas, sin excepción, son el fruto de observaciones sucesivas, apoyadas en observaciones precedentes, como en un punto conocido para llegar a lo desconocido.
Así han procedido los Espíritus con respecto al espiritismo, razón por la cual la enseñanza que impartieron es gradual. Ellos no abordan las cuestiones sino a medida que los principios en que se apoyan estén suficientemente elaborados, y la opinión haya alcanzado la madurez necesaria para asimilarlos.”
“Los descubrimientos que realiza la ciencia, lejos de rebajar a Dios, lo glorifican; sólo destruyen lo que los hombres han edificado sobre las falsas ideas que se formaron acerca de Dios.”
La ciencia tiene por misión descubrir las leyes de la naturaleza y por esto el hombre antaño ignorante, hoy científico, imita el lenguaje observado en la naturaleza que al fin y al cabo es el lenguaje de los buenos Espíritus, buscando acercarse así a Dios.
Vemos que las ciencias humanas están repletas de fractales y la ciencia como revelaciones de las leyes divinas intuidas por los buenos Espíritus nos permite acariciar a Dios en la verdad.
En el capítulo IV, encontramos:
“Por lo general, se forman de la Divinidad una idea tan mezquina, que no comprenden que asimilar las leyes de la naturaleza reveladas por la ciencia es glorificar a Dios en sus obras.”
La estética, lo bello y lo perfecto
Una de las principales características atribuidas a la divinidad es la estética, la belleza y la perfección. La naturaleza alcanza para muchas personas la más espectacular y discreta manifestación divina. A medida que la ciencia reveló nuevas leyes, el círculo de lo maravilloso se fue reduciendo.
El espiritismo ha venido por su parte a hacer lo que cada ciencia hizo en su advenimiento: revelar nuevas leyes y explicar, en consecuencia, los fenómenos que competen a esas leyes.
Al final la naturaleza con su estética sublime aparentemente paradójica es delicadeza, belleza y variedad en todas sus dimensiones.
Todo lo que la vista abarca, así como lo que aún no podemos ver, es obra de Dios y sus ayudantes, los Espíritus puros que ejecutan Su obra.
Señalamos el potencial interdisciplinar del estudio de los fractales, en la integración epistemológica de la ciencia básica, como elementos que pueden constituir el eje sobre el cual una gran diversidad de disciplinas puede trabajar coordinadamente, buscando unificar todas las áreas en la comprensión de las leyes de Dios.
A fin de que se comprendieran ciertos fenómenos se necesitaban conocimientos que solo el progreso de las ciencias podía otorgar, y que debían ser obra del tiempo y de muchas generaciones. Como todo, la ciencia conlleva a un estudio serio y metódico, comenzar por el principio y seguir el encadenamiento y el desarrollo de las ideas. ¡No pretendamos adquirir la ciencia de lo infinito en algunas horas!
Todo encaja perfectamente, con el tiempo se desarrolla la madurez que lleva al avance del progreso científico y moral del hombre.
Siendo el fruto de la enseñanza colectiva de los Espíritus, el espiritismo es la enseñanza proferida por las directrices del Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio, sino que lo completa y lo explica.
En El Libro de los Espíritus, Introducción, encontramos lo siguiente:
“La ciencia espírita comprende dos partes: una experimental, que trata acerca de las manifestaciones en general; otra filosófica, que trata de las manifestaciones inteligentes. Quien sólo haya observado la primera de ellas se encuentra en una posición semejante a la de esa persona que cree saber física porque presenció algunas experiencias recreativas, sin haber penetrado en el fondo de dicha ciencia.
La verdadera doctrina espírita se encuentra en la enseñanza que imparten los Espíritus, y los conocimientos que esa enseñanza contiene son demasiado importantes como para adquirirlos de otro modo que no sea mediante un estudio serio y continuo, llevado a cabo en silencio y con recogimiento.
Solamente en esas condiciones se puede observar un número infinito de hechos y matices que pasan inadvertidos al observador superficial y permiten fundar una opinión.
Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, conjugadas con las que la ciencia ya ha descubierto, conduce a la comprensión de lo que era ininteligible y hace que se admita la posibilidad de aquello que la incredulidad consideraba inadmisible.
Tuvo sus precursores y profetas, que presagiaron su llegada. Por su poder moralizador, el espiritismo prepara el reinado del bien sobre la Tierra, concordando la ciencia, la moral y la filosofía.”
El excepcional científico Galileo comentaba en uno de sus trabajos a principios del XVII:
“La filosofía está escrita en ese gran libro que es el Universo, siempre abierto ante nuestros ojos, pero imposible de leer salvo que uno aprenda a comprender el idioma en que está escrito. Ese idioma es el de las matemáticas, y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas…”
Vemos como este revolucionario científico considerado el padre de la astronomía y física moderna ya en su tiempo supo conectar el entendimiento filosófico con el conocimiento matemático para acercarse a la comprensión del Universo.
La ciencia nos muestra el aspecto grandioso, poderoso y majestuoso de Dios. Reconocemos la omnipotencia de la Divinidad en las leyes eternas que ha establecido para regir a los mundos físicos y el mundo mayor, el espiritual.
Capítulo XXVI, Preguntas que se pueden formular a los Espíritus, de El Libro de los Médiums, encontramos:
“La ciencia de la Tierra es muy poca cosa al lado de la ciencia celestial. Sólo los Espíritus superiores poseen esta última.”
Las ciencias exactas todavía no saben bastante al respecto de la verdadera y soberana ciencia.
No obstante, el Espíritu que realmente lo desee logrará marchar con fe razonada y por medio del desarrollo optativo de la virtud hacía su propio progreso.
El conocimiento de la ciencia terrena adquiere el poder de aproximarlo a Dios y ampliar sus capacidades por medio de la comprensión del lenguaje espiritual que los Espíritus perfectos aplican y que un día dominará por completo.
Los Espíritus que se comunicaron en la Codificación Espírita no se contradijeron, “la ciencia debe avanzar porque está llamada a componer la verdadera génesis, según las leyes de la naturaleza”. Todas las ciencias se concatenan y se suceden en un orden racional, que poco a poco se nos va revelando.
Como hemos podido ver, los fractales nos rodean, están por todas partes, en las plantas, en el mar, en nuestro propio cuerpo, en las aplicaciones que facilitan nuestras vidas.
Estamos verificando si también se manifiestan en nuestro pensamiento. ¡El pensamiento, este gran enigma!
La Doctrina Espírita explica que es una facultad del Espíritu, que le distingue de todo lo demás. Todo llegará, cuando los científicos avancen en la búsqueda de la comprensión del Espíritu, ya que somos la obra maestra de Dios.
Todo lo que existía en el mundo antes del hombre y en el Cosmos, fue creado para el desarrollo del Espíritu.
Los patrones de la naturaleza poseen un lenguaje matemático que obedecen a un tipo diferente de geometría. Los fractales son pues un código de comunicación, un lenguaje matemático-científico y lo concluyente es que este lenguaje es espiritual porque respeta el tiempo, las dimensiones en la construcción que abarca manifestándose desde las partículas atómicas hasta el Cosmos.
Este lenguaje no es el único ya que existen varias expresiones que responden a lo que vemos, la Teoría de las catástrofes o la Teoría del caos son otros lenguajes que utiliza el hombre para entender su realidad. Encontraremos a su debido tiempo la que unifica todo, pues todo se encadena en la sinfonía divina.
Los fractales son uno de tantos lenguajes distintos, que reflejan un principio jerárquico de organización que mide procesos de creación fractaliformes, patrones omnipresentes y arquetipos visibles relacionados con la naturaleza que el hombre empieza a balbucear para alcanzar el lenguaje espiritual de los Espíritus perfectos, lenguaje que utilizan en la formación de los mundos y que el hombre en su afán de aproximarse a Dios, intenta descifrar.
Jesús dijo;
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá.” (Mateo 7:7-11)
Los científicos ya consigue romper un átomo, pero muchos seres humanos aún no rompen con un preconcepto
En esta afirmación está implícita la madurez, pues el hombre debe saber respetar a su semejante en la Tierra para saber respetar las almas de otros mundos, con dominio de sí mismo, obedeciendo a las Leyes Morales. Además la madurez de consciencia significa no solo el conocimiento de lo que rodea al ser, sino el hábito electivo de la virtud, por medio de dominio de las imperfecciones.
La Doctrina Espírita vino a presentar las directrices científicas, filosóficas y morales que el hombre debe seguir para alcanzar el progreso, enseñando que los Espíritus son solidarios entre sí.
“Una misma familia humana fue creada en la universalidad de los mundos, y a esos mundos han sido confiados los lazos de una fraternidad que aún no sabéis apreciar.
Esos astros que se armonizan en sus vastos sistemas están habitados por inteligencias que no son seres desconocidos unos de otros, sino seres que llevan en la frente las señales del mismo destino, que habrán de encontrarse temporalmente según sus funciones de vida, y que se encontrarán de nuevo según sus mutuas simpatías.
Es la gran familia de los Espíritus que pueblan las tierras celestes; es la gran irradiación del Espíritu divino que abarca la extensión de los cielos y que permanece como modelo primitivo y último de la perfección espiritual.” (La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, capítulo VI, ítem 56)
Nikola Tesla dijo:
“El día en que la ciencia comience a estudiar los fenómenos no físicos, progresará más en una década que en todos los siglos anteriores de su existencia.”
Será el tiempo y la naturaleza lo que nos desvele sin ambivalencia cómo se fundamenta el Universo en todas sus escalas. Cuando el Espíritu centre sus fuerzas en progresar moral e intelectualmente, cuando esté capacitado, subirá de nivel y todas las ventanas de las Leyes de Dios le serán abiertas de par en par.
Cláudia Bernardes de Carvalho
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Bibliografía
Kardec, A., El Evangelio según el Espiritismo
Kardec, A., El Libro de los Espíritus
Kardec, A., El Libro delos Médiums
Kardec, A., La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo
Mandelbrot, B., The fractal geometry of nature. (1982).
Pagliosa, L.C. Exploring Chaotic Time Series and Phase Spaces, From dynamical systems to visual analytics. (2020).
Enlaces
https://www.semanticscholar.org/paper/EEG-complexity-and-performance-measures-of-creative-M%C3%B6lle-Marshall/a001ec87d0a28a278a727cd38fe57529a76d54b7
https://www.cambridge.org/core/journals/psychophysiology/article/abs/eeg-complexity-and-performance-measures-of-creative-thinking/A976122B3B9F01F76D0A14CC6E29DFA0
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