Historia del Espiritismo
La historia del espiritismo no empezó en el siglo XIX con las manifestaciones de Hydesville. La cronología de los pueblos nos enseña que el hombre desde sus orígenes primitivos hasta nuestros días posee una intuición inherente del mundo invisible.
Es imposible datar el origen de las manifestaciones de intercambio mediúmnico porque las comunicaciones y los fenómenos espirituales siempre han existido desde que el hombre encarna en la Tierra, pues tales hechos responden a una ley absolutamente natural.
La forma más básica que fascinaba al hombre en la creencia en una fuerza superior se exteriorizaba en la fuerza de la Naturaleza, y éste deseaba dominarla de tal forma que pudiera manipular a su antojo los acontecimientos.
Son numerosos los relatos verbales, que pasan de generación en generación, y que expresan alguna relación de los vivos con los muertos.
Sin embargo el código religioso más antiguo que habla de la existencia de los espíritus de que se tiene noticia es el Código Veda, escrito en la antigua India.
Tiempo después las sociedades aún primitivas crearon los talismanes, objetos o actos usados y adorados para intentar contener la fuerza de la Naturaleza.
Estrechamente ligada a este concepto está la idea de tabú, un objeto o circunstancia tenidos por peligrosos o misteriosos que designan una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, por una razón no justificada, basada en prejuicios.
Progresando un poco más en la evolución humana y descorriendo el velo que cubre parte de la historia del hombre antiguo,
descubrimos que nuestros antepasados comúnmente se encontraban imbuidos del miedo a todo lo que escapaba a su comprensión, atribuyendo a los fenómenos espirituales, cuyo origen ignoraban, un carácter completamente sobrenatural y maravilloso, tratándolos más tarde como prodigios o milagros.
La etapa siguiente fue el animismo. La fuerza poderosa es visualizada en forma de espíritus personales.
Los espíritus de la Naturaleza tienen forma humana y habitan en árboles, piedras o lagos, los pueblos les aceptaban como parte integrante de su sociedad.
En este período los ancestros son espíritus con un conocimiento, poder y presencia limitados. Se debería mantener una relación favorable con ellos para no sufrir su ira.
Las tentativas de intercomunicación fehacientes reveladas por los hallazgos de épocas remotas manifiestan las numerosas prácticas de la exteriorización de la adoración y del culto a lo desconocido.
Las señales pictóricas de edades lejanas descubiertas en rocas, tan emocionantes por la historia que conllevan y a la vez tan enigmáticas,
así como las esculturas primarias que muestran las ofrendas y ritos al cielo, prueban que esos hechos formaban parte de lo cotidiano de esas sociedades.
Culturas como la babilónica, la china, las africanas, la india, la azteca, la maya y la inca son ejemplos de ello.
Igualmente el análisis del rastro histórico de las huellas dejadas por nuestros predecesores egipcios, hebreos, griegos y romanos sigue revelándonos el gran interés que se ha manifestado siempre con relación a lo divino y lo espiritual en el transcurso de la existencia humana.
Igualmente, el análisis del rastro histórico de las huellas dejadas por nuestros predecesores egipcios, hebreos, griegos y romanos sigue revelándonos el gran interés que se ha manifestado siempre con relación a lo divino y lo espiritual en el transcurso de la existencia humana.
Con la evolución se desarrolló la noción de fuerza vital, fuerza que se desprendía del cuerpo en el momento de la muerte.
Se concibió una jerarquía de divinidades que dio origen a la idea de un Dios en los cielos.
La etapa siguiente es el politeísmo, las culturas progresan sosteniendo la creencia en espíritus finitos y la adoración de dioses.
De esta etapa se evoluciona al henoteísmo, que es la creencia en muchos dioses con la adoración de uno solo, avanzando al monoteísmo, o sea la adoración de un solo Dios.
La Humanidad fue desarrollando poco a poco la intuición de la existencia de un único poder superior de forma paulatina y proporcional a su grado de conocimiento.
Precursores
Las enseñanzas que integran la Doctrina Espírita podrían ser divididas en períodos.
Período prehistórico
Este período se caracteriza por los filósofos que introdujeron en el pensamiento de la Humanidad nuevos conceptos, entre los más destacados citamos a Sócrates, Platón y Aristóteles que defendieron en su tiempo ideas innovadoras que más tarde serían explicadas por los espíritus.
Sócrates capitaneó la idea de la existencia eterna del alma; el hombre estaría formado por un cuerpo material y un alma inmaterial.
Ésta tendría una capacidad de ejercer un comportamiento ético y estaría dotada de inteligencia, de libertad, de sentido y de voluntad.
Estipuló el principio de la especificidad del alma, lo que quiere decir que el alma es indivisible, dotada de movimiento y de conocimiento.
Abogaba además por el ferviente dominio de los actos frente a cualquier prueba y cuya máxima para lograrlo es el conocimiento de uno mismo.
Defendió el concepto de que Dios es la inteligencia omnipresente, omnisciente, omnipotente e invisible al hombre.
Para él la finalidad del mundo deriva de la prueba de la existencia de Dios, siendo el orden cósmico obra de un ser inteligente y no del acaso.
Para Sócrates, el alma participa de la naturaleza divina y es concedida al hombre por Dios y para él la vida no depende del cuerpo, depende del alma.
A través de la unión del alma con el cuerpo, lo que viene a ser la encarnación, el alma alcanza gradualmente por medio de la vida material su propia pureza.
Por comparación, para el espiritismo, Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Es eterno, inmutable, inmaterial, único, todopoderoso y soberanamente justo y bueno.
Para creer en él basta con observar la obra de la Creación, pues no puede haber efecto inteligente sin causa inteligente.
El filósofo que defendió la existencia de dos mundos fue Platón, discípulo de Sócrates.
En su percepción el alma es lo divino que el hombre posee, sujeto a la reencarnación. Además, defendió en su discurso que el ser que trabaje por el bien en la Tierra podrá seguir después de la muerte en el mundo espiritual en una posición de bienestar.
El hombre platónico es la unión del alma y del cuerpo. Siendo el alma la esencia del cuerpo y donde está la naturaleza de las ideas, es el principio del movimiento y de la vida, por lo tanto, inmortal.
El concepto que defiende el espiritismo es: el alma inmortal es el espíritu encarnado. Para progresar en el mundo material, el espíritu se une temporalmente al cuerpo, bajo todas las limitaciones que la materia le impone.
Otro divulgador de la teoría de la inmortalidad del alma fue Aristóteles, que la dividía en dos partes, la parte irracional y la parte racional, siendo la última dividida en dos: la virtud intelectual y la virtud moral.
El espiritismo explica que debemos desarrollarnos intelectual y moralmente, poco a poco con las innúmeras encarnaciones por las cuales estaremos sujetos temporalmente poniéndonos a prueba.
Analizando los hechos, las ideas superiores no surgen de un día para otro, varias mentes son encargadas de defender los pensamientos innovadores que traerán progreso a la Humanidad.
De ese modo esos filósofos prepararon el camino para las grandes revelaciones del espiritismo.
Edad Media:
Más adelante, en la línea histórica de la evolución del hombre observamos en la época medieval europea un carácter prohibitivo que alcanzaba a cualquier práctica mediúmnica debido a la gran intolerancia religiosa ejercida.
Aproximando la mirada un poco más en el horizonte de las vivencias humanas, verificamos que en este período el intercambio mediúmnico era censurable, sencillamente por mantener las mentes en la ignorancia que aprisiona bajo el abuso del poder de algunos.
Sin embargo, nos percatamos que el hombre a medida que se instruye y progresa moralmente, con mayor lucidez de ideas y claridad de pensamiento,
percibe que no puede luchar contra algo vivo, ardiente e innato en su interior -el sentimiento de las verdades espirituales- y se decanta por el entendimiento del mundo imperecedero de una manera mucho más introvertida.
Hay una época no muy remota en el siglo XVIII que se caracteriza por la preparación del advenimiento del espiritismo, la Tercera Revelación prometida por Jesús, período considerado como precursor del espiritismo.
Según Sir Arthur Conan Doyle (conocido escritor inglés autor de Sherlock Holmes) se puede situar muy bien cronológicamente la fase preparatoria de ese advenimiento porque lo que caracteriza esta etapa de los precursores inmediatos del espiritismo es la diferencia en los acontecimientos:
“ya que anteriormente los fenómenos eran esporádicos y sin secuencia metódica y a partir de entonces las manifestaciones son una invasión organizada”. Es en ese período más cercano donde encontramos algunos ejemplos de antecesores del espiritismo.
Período precursor:
En ese tiempo despunta el sueco Emmanuel Swedenborg (1688-1772), considerado como un precursor doctrinario eminente.
Fue hombre de mente brillante y erudita, que resalta por su enorme conocimiento científico en diferentes áreas.
Como asiduo y modélico escritor ha dejado más de cien obras escritas a las generaciones venideras, todo un legado bibliográfico que más tarde ayudó enormemente a otros científicos en investigaciones diversas.
Pero hay un momento de su vida en que abandonó por completo los estudios científicos, porque su inquietud y propósito habían cambiado enteramente.
Quería hacer descubrir a los hombres una espiritualidad racional centrándose totalmente en la investigación teológica, psicológica y filosófica.
Su natural desarrollo y potencial psíquico quedó patente al manifestarle sus facultades mediúmnicas, como la videncia a distancia.
La mediumnidad es una facultad innata del espíritu, independientemente de la religión a la que pueda pertenecer, o de la conducta moral que desarrolle.
No es un privilegio sino una herramienta para el ejercicio de la caridad y de la evolución espiritual del médium y de la sociedad que le rodea.
Swedenborg defendió y puso de manifiesto en el libro de su autoría «Sobre el cielo y sus maravillas y sobre el infierno», la pluralidad de los mundos habitados, así como pronosticó los principios básicos de la Doctrina Espírita.
Esas afirmaciones fueron muy avanzadas para su época. Como mensaje de su legado dejó el lema: «Ama a tu prójimo como a ti mismo, purifícate del mal y trabaja por la armonía universal».
Igualmente, sobresaliente es la investigación de las manifestaciones espiritistas del escocés Edward Irving (1792-1834) entre los años 1830 y 1833, siendo de relevante envergadura en lo tocante al estudio del psiquismo humano, que le clasifica indudablemente dentro de los antecedentes del espiritismo.
Irving sirvió de puente entre Swedenborg y Andrew Jackson Davis. (del que hablaremos más adelante)
En ese período muchos hombres, al igual que Irving sumidos en profundas reflexiones sobre el retorno de Jesús, estudiaban minuciosamente en sesiones de varias semanas, discutiendo y comparando teorías.
Como pastor protestante, desarrolló estudios dirigidos a las manifestaciones espirituales.
Existen relatos de experiencias psíquicas realizadas por él y los miembros de su iglesia, donde hubo un desarrollo mediúmnico en el cual los adeptos manifestaban la mediumnidad de xenoglosia, hablando en diferentes lenguas.
Otro nombre que requiere nuestro dedicado estudio es el de Andrew Jackson Davis (1826-1910), que un siglo más tarde contribuyó de forma admirable como continuador de la obra de Swedenborg, que de hecho fue uno de sus mentores espirituales.
Davis es considerado como precursor del espiritismo en América y se presenta como un poderoso eslabón mediúmnico que mantiene la unidad del proceso doctrinario en la historia del espiritismo, protagonizando diversos fenómenos de desdoblamiento y propiciando la publicación de un conjunto de libros conocidos como Filosofía Armónica.
Fue él quien en el siglo XIX lideró en Estados Unidos un movimiento espiritualista.
En el libro Principios de la Naturaleza, también previó el advenimiento del espiritismo como doctrina y práctica mediúmnica.
Médium sensitivo, poseía la clarividencia y clauriaudiencia empleando su facultad en diagnósticos de enfermedades a favor del prójimo.
Ha sido considerado como el profeta de la Nueva Revelación y padre del nuevo conocimiento de los fenómenos espiritistas.
Estos hombres fueron precursores del espiritismo y marcaron una fase importante en la historia, preparando la atmósfera psíquica y
favoreciendo, con los acontecimientos de sus vidas, el entorno idóneo y necesario para el posterior desarrollo de la Doctrina Espírita.
Período histórico:
Hydesville era a mediados del siglo XIX un pueblecillo típico del Estado de Nueva York, que constaba de unas cuantas modestas casas de madera y con una población humilde, pero cuyas gentes poseían un espíritu libre de prejuicios y favorable para las nuevas ideas.
En una de ellas se produjeron los fenómenos que, en opinión de muchos, han sido la cosa más importante con que América contribuyera al acervo común espiritual del mundo. Las protagonistas de estos eventos fueron tres hermanas canadienses, Leah, Margareth y Catherine Fox. Veamos su historia:
En el año 1847 habitaba en esta simple casa una honrada familia de granjeros llamada Fox. Se componía del padre, de la madre y dos hijas.
La pareja tenía otros hijos que vivían fuera, de los cuales sólo uno, Leah, que era profesora de piano en Rochester, tomó parte en esta historia.
Hasta el año siguiente no comenzaron a oírse los ruidos, que, no obstante, otros arrendatarios habían tenido ya ocasión de oír. Los ruidos no parece que incomodasen a la familia Fox hasta mediados de marzo de 1848, cuando comenzaron a aumentar en intensidad causando de este modo miedo y curiosidad.
Esos ruidos consistían en golpes como si un visitante exterior advirtiera su presencia.
Golpes similares se habían oído ya en Inglaterra y Alemania en años anteriores.
Pero los golpes dados en la casita de los Fox estaban destinados más que los anteriores a hacer abrir las mentes humanas. Llegaron a tal punto de intensidad que atrajo la atención general.
¿Qué ocurría? Las hermanas eran médiums y con esta facultad favorecían las circunstancias para los fenómenos físicos.
El 31 de marzo de ese mismo año la familia fue sorprendida por diversos ruidos dentro de su casa que no tenían explicaciones ni una causa aparente, ruidos fuertes y continuados.
Unas veces eran un mero golpe; otras parecían producidas por el rodar de los muebles.
Las niñas Margareth, de 14 años y Catherine de 11, llegaron a alarmarse tanto que se negaron a dormir solas, por lo que los padres se las llevaron a su alcoba. Los golpes eran tan fuertes que las camas temblaban.
Sus vidas cambiaron irremediablemente, considerándose un ejemplo clásico y bien documentado de la comunicación directa con los espíritus.
Aquella noche se llegó a un alto grado de perfeccionamiento psíquico, a causa de que Catherine Fox la hija más pequeña conocida en la intimidad por Kate, al oír los misteriosos golpes trató de imitarlos como si se tratara de un juego, desafió al poder invisible a que repitiera los golpes que ella producía con los dedos, recibiendo también mediante golpes las contestaciones a las preguntas que formulaba, para sorpresa de todos. Cada golpe tuvo su réplica.
Empieza entonces un diálogo por medio de un código de golpes que correspondían a las letras del alfabeto, formulando así preguntas y respuestas, entre las cuales se interroga si es un espíritu, quien responde.
Obtuvieron una respuesta positiva y con ello consiguieron descubrir la solución de un crimen ocurrido en su casa años antes.
Un hombre de 31 años había sido asesinado entre sus paredes y sus restos estaban enterrados en el sótano.
Repetidas excavaciones llevadas a cabo para hallar el cadáver, dieron un resultado incompleto, por lo que no pudo obtenerse la prueba concluyente de aquellos relatos.
Tiempo después unos escolares que jugaban en la casa de Hydesville, encontraron dicho cadáver. Se trataba de Carlos B. Rósma, confirmando así la veracidad de lo sucedido.
Hoy día se puede ver delante de la casa una placa en memoria de la familia.
El espiritismo desde entonces se desarrolló en Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra.
Casi simultáneamente a las hermanas Fox, otro fenómeno mediúmnico despertó la atención de las masas.
Se trataba de los fenómenos del médium Daniel Douglas Home, que se conoció mundialmente por los efectos paranormales que producía a su alrededor.
De origen escocés, desde su nacimiento ocurrieron fenómenos psíquicos que tenían como epicentro a su persona.
Emigró de pequeño junto a su familia a Estados Unidos y fue allí, al amparo de la revolución espiritista que supuso la repercusión de las hermanas Fox, donde desarrolló su facultad y se destacó a nivel mundial.
En su presencia se observaba movimiento de objetos, sonidos extraños, luces que cambiaban de color y presencias espirituales, además de la levitación, fenómeno que realizaba con cierta frecuencia.
Un ejemplo de ello fue cuando Home había levitado saliendo por la ventana del tercer piso de una habitación y habiendo vuelto a entrar por la ventana de la habitación contigua frente a tres testigos.
Podría decirse que Daniel Dunglas Home es uno de los principales médiums psíquicos del siglo XIX.
No es exagerado decir que casi todas las grandes figuras de nuestra intelectualidad del siglo XIX acabaron por aceptar el psiquismo.
Entre ellos, Sir William Crookes.
Él fue uno de los pioneros en la investigación de fenómenos psíquicos, específicamente en las áreas de materialización y de mediumnidad. Estudió en profundidad y con rigor a los grandes médiums físicos de la época, como Kate Fox, Eusapia Palladino y Florence Cook.
La investigación de los fenómenos espiritistas, llevada a cabo por Sir William Crookes en los años 1870 a 1874, es uno de los principales hechos en la historia del movimiento, tanto más si se tiene en cuenta el alto nivel científico del investigador, los resultados extraordinarios conseguidos y su declaración de fe como consecuencia final de ellos.
Con este hecho se establece que la nueva era debía inaugurarse por medio de un descubrimiento extraordinario de tanto valor material como moral.
Después de los acontecimientos de 1848, los fenómenos de los golpes se diseminaron por Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, el sistema de preguntas y respuestas por medio de golpes donde cada cantidad correspondía a una letra del alfabeto era un método que tardaba mucho. Lo que propició la aparición de las mesas giratorias.
Mesas parlantes:
Hacia 1855 estaba en boga la cuestión de las manifestaciones de las mesas parlantes o giratorias.
Era un entretenimiento extendido en la alta sociedad.
El fenómeno de las mesas giratorias agitó a Europa cautivando los salones de fiesta de aquella época. La mesa giratoria era pequeña y redonda, de tres patas, alrededor de la cual se reunían las personas para provocar manifestaciones de fuerzas sobrenaturales. La gente preguntaba y la mesa respondía. (la gente pensaba que la mesa hablaba, era un divertimento, un pasatiempo para los asistentes)
El famoso pedagogo francés Hippolyte León Denizard Rivail, fue invitado por un amigo a asistir a una reunión de las mesas giratorias.
Rivail, era muy conocido por sus obras pedagógicas publicadas desde su juventud, obras que hacen referencia a materias tan diferenciadas como la aritmética y la gramática, para distintos niveles de la enseñanza,
desde la primaria hasta la universidad. El Gobierno Francés adoptó su método educacional público hasta nuestros días.
Por su preparación intelectual creyó que debería haber una fuerza inteligente en este fenómeno ya que las mesas no tienen cerebro para pensar y responder. Hecho que despertó la atención del notable profesor, quien comenzó a investigar el fenómeno aplicando el método experimental, aprendido con Johann Heinrich Pestalozzi.
Hippolyte-León-Denizard Rivail decide adoptar un pseudónimo sugerido por su guía espiritual para esta investigación y elige el de Allan Kardec. Nombre que utilizaba en una encarnación anterior como druida.
Observó, comparó, interrogó, anotó y ordenó siempre con lógica racional una gran cantidad de información.
Durante 14 años, desde 1855 hasta 1869, año en que desencarnó, Allan Kardec se dedicó en cuerpo y alma al estudio y práctica del fenómeno. Su esfuerzo y estudio además de la intensa divulgación resultaron en una nueva ciencia, filosofía y moral, motivo por el cual se le conoce como el codificador del espiritismo.
Trabajaba sin descanso tanto en su labor didáctica como en su función de codificador lo que le suponía un gran esfuerzo.
Como jefe de familia no olvida que sus obras anteriores al espiritismo son el sustento hogareño, por ello siempre las revisaba y actualizaba.
Como codificador del espiritismo publicó diversas obras.
En el día 18 de abril de 1857, en la librería Dentu, situada en el Palais Royal de París, lanza el primer de ellos El Libro de los Espíritus, dando inicio oficialmente a la codificación de la Doctrina Espírita.
Libros:
Publicó, además:
⦁ El Libro de los Médiums,
⦁ El Evangelio Según el Espiritismo,
⦁ El cielo y el Infierno o La justicia Divina según el Espiritismo,
⦁ La Génesis los Milagros y las Predicciones según el Espiritismo.
¿Qué nos enseñan estos libros?
Principios fundamentales de la Doctrina Espirita:
Aspecto científico:
El espíritu es un ser real y el espiritismo realiza un estudio serio y objetivo de él, por lo que considera que nada existe de sobrenatural, ya que lo natural se puede explicar, puesto que los fenómenos pueden ser observados, medidos, cualificados e investigados.
Aspecto filosófico:
⦁ Existencia de Dios como principio creador.
⦁ Inmortalidad del alma: La existencia del Espíritu y supervivencia de éste después de la muerte.
⦁ Reencarnación: Es decir, que el espíritu experimenta por medio de diferentes encarnaciones sus cualidades, con el fin de alcanzar la evolución y perfeccionamiento.
⦁ Comunicabilidad con los espíritus: El espíritu es el principio inteligente del Universo, temporalmente encarnado en un cuerpo físico, por lo que resulta natural que haya una interrelación y una comunicabilidad entre encarnados y desencarnados.
⦁ Pluralidad de mundos habitados: El espacio que se extiende sobre nuestras cabezas no está desierto y silencioso, ya no es indiferente con sus adiamantadas constelaciones.
¡El Universo está poblado! Leyes eternas físicas y morales comandan su ejecución. Innumerables mundos en cantidad y grados de progreso se sostienen en el espacio infinito.
El espiritismo en su práctica se caracteriza por la realización del culto interior. En él, el hombre busca conocerse y trabajar para su adelanto moral e intelectual.
El razonamiento es la base de la Doctrina Espírita que solo acepta aquello que se puede analizar desde una postura lógica y racional.
Aspecto moral:
Fenómenos físicos:
Estos fenómenos están regidos por leyes precisas que coordinan y comandan su funcionamiento.
Fenómenos espirituales:
También se rigen por leyes precisas que los coordinan y comandan su funcionamiento. El espiritismo ha estudiado algunos de estos fenómenos, deduciendo por observación o revelación algunas de las leyes que gobiernan el Universo, lo que denominamos Leyes Morales.
¿Cuáles son las Leyes Morales?
Ley Divina o Natural: Única ley verdadera para la felicidad del hombre, le indica lo que debe hacer para ser feliz. Contiene la máxima: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Se dividen en:
1- Ley de Adoración:
Es la elevación del pensamiento a Dios, ante su debilidad el hombre se inclina ante aquel que le puede proteger, siendo este sentimiento innato.
2- Ley del Trabajo:
El trabajo es una ley de la naturaleza, por esto es una necesidad, se trata de una expiación y un medio para perfeccionar su inteligencia. El descanso también es una ley de la naturaleza, sirve para reponer fuerzas físicas y dar libertad a la inteligencia.
3- Ley del Reproducción:
Sin ella el mundo material perecería. Dios mantiene el equilibrio en el planeta. Todo aquello que obstaculiza la marcha de la Naturaleza es contrario a la ley general.
4- Ley de Conservación:
Dios ha dado al hombre la necesidad de vivir y le da los medios para ello.
En esta Ley encontramos la explicación entre lo necesario y lo superfluo, La Naturaleza traza los límites de las necesidades humanas mediante su organización, con todos los vicios humanos crearon necesidades que no son reales.
5- Ley de Destrucción:
Es necesario que todo se destruya para regenerarse, porque la destrucción es en realidad trasformación, cuyo objetivo es la renovación y el mejoramiento de los seres. A medida que haya desarrollo intelectual y moral la destrucción disminuye.
6- Ley de Sociedad:
Dios ha hecho el hombre para vivir en sociedad, le ha dotado de facultades para la vida de relación. Los lazos sociales son necesarios para el progreso.
7- Ley de Progreso:
El hombre se desarrolla por sí mismo, sin embargo, no todos progresan al mismo ritmo y de la misma manera, de modo que los más adelantados ayudan al progreso de los rezagados.
Esta ley rige la transformación continua de todo aquello que posee vida, desde estados rudimentarios e inferiores hacia formas más perfectas y complejas.
“La Ley del progreso no se aplica solamente al hombre; es universal. Hay en todos los reinos de la Naturaleza, una evolución que fue reconocida por los pensadores de todos los tiempos. Desde la célula verde, desde el embrión errante, boyando a flor de las aguas, la cadena de las especies se ha desarrollado a través de series variadas, hasta nosotros.
Cada eslabón de esa cadena representa una forma de la existencia que conduce a una forma superior, a un organismo más rico, más bien adaptado a las necesidades, a las manifestaciones crecientes de la vida; y en la escala de la evolución, el pensamiento, la conciencia y la libertad sólo aparecen pasados muchos grados.
En la planta, la inteligencia dormita; en el animal, sueña; sólo en el hombre despierta, se conoce, se posee y se vuelve consciente; a partir de ahí, el progreso, de alguna suerte fatal en las formas inferiores de la Naturaleza, sólo se puede realizar por el acuerdo de la voluntad humana con las leyes Eternas.Es por el acuerdo, por la unión de la razón humana con la razón divina que se edifican las obras preparatorias del reino de Dios, o sea, del reino de la Sabiduría, de la Justicia, de la Bondad, de lo que todo ser racional y consciente tiene en sí la intuición.
Así, el estudio de las leyes de la evolución, en vez de anular la espiritualidad del hombre, viene, al contrario, a darle una nueva sanción; nos enseña como el cuerpo del hombre puede derivar de una forma inferior por la selección natural, y nos muestra también que poseemos facultades intelectuales y morales de origen diferente y este origen lo encontramos en el Universo invisible, en el mundo sublime del Espíritu.”, nos explica León Denis, en el Libro “El problema del Ser, del destino y del dolor”.
8- Ley de Igualdad:
Todos los hombres están bajo a las mismas leyes de la Naturaleza.
Dios creó iguales a todos los espíritus, pero cada uno ha vivido más o menos tiempo, por lo tanto, más o menos experiencia. La diferencia reside en su grado de experiencia y voluntad, que es su libre albedrío.
El libre albedrío es la libertad que todos tenemos para elegir cómo pensar y actuar, conscientes de que también tenemos la responsabilidad de nuestras elecciones.
9- Ley de Libertad:
El hombre tiene libertad de pensar y obrar. Por ello es también responsable por sus actos. Hay que tener en cuenta que realizar el bien es el objetivo de la vida.
10- Ley de Justicia, Amor y Caridad:
Justicia: hacer a los demás lo que queríamos que nos hiciesen,
Amor: amar a todos y a Dios sobre todas las cosas,
Caridad: benevolencia para con todos, indulgencia para con las imperfecciones de los demás, perdón de las ofensas, compartir, ayudar y servir.
Según la Ley de Causa y Efecto los seres humanos crean con sus pensamientos, sentimientos y acciones, causas que tendrán un efecto posterior.
Revista Espírita
Allan Kardec publicó además la Revista Espírita en enero de 1858, y en abril de ese mismo año fundó la Sociedad de Estudios Espíritas de París.
Ambas contribuyeron considerablemente a la divulgación del espiritismo.
Su desencarnación ocurrió exactamente 22 años después de las manifestaciones en Hydesville, el día 31 de marzo de 1869.
Durante su vida, soportó la persecución, las injurias y la calumnia, persistiendo sin desfallecer demostrando el espíritu fuerte y determinante en el entendimiento de su misión.
Su influjo está fuera de toda duda, situándole entre los grandes intelectuales siglo XIX.
Científicos de antaño:
Diversos científicos y escritores como Sir William Crookes, Sir Arthur Conan Doyle, Charles Richet, Víctor Hugo o Camille Flammarión quedaron marcados por la estela espírita y también ellos dejaron sus conclusiones a numerosos países del mundo.
Científicos de hoy
Hoy día siguen siendo muchos los investigadores que desarrollan sus estudios en este campo.
Tales como: Dr. Peter Fenwick, Dr. Sam Parnia, Dra. Edith Fiore, Dr. Ian Stevenson, Dr. Pim Van Lommel, pero hay muchos otros.
Con la madurez interior que enseñan las experiencias seculares en diferentes encarnaciones, el ser humano, más seguro y decidido, amplía con el paso del tiempo sus límites psíquicos.
Desarrolla muchos conocimientos y adquiere capacidad para comprender que es originario del mundo inmaterial
comprendiendo de forma gradual a donde vamos.
La Doctrina Espírita es el cumplimiento de la promesa del Maestro Jesús, en la cual afirmó que enviaría al mundo, a su debido tiempo, un Consolador, El Espíritu de Verdad, que recordaría sus enseñanzas y haría nuevas revelaciones sobre los misterios de la vida.
En su triple aspecto científico, filosófico y moral, brinda una directriz segura para el hombre de hoy,
iluminando la conciencia bajo el haz de luz de la razón, evidenciando que lo sobrenatural desaparece por completo con el creciente entendimiento de la Humanidad en lo tocante a las leyes naturales y el mundo imperecedero.
Hoy día son millones las personas que han encontrado en el espiritismo la respuesta razonada a cuestiones trascendentes de la vida.
La Sociedad Española de Divulgadores Espíritas del cual hago parte defiende que el estudio y la práctica de la Doctrina Espírita promueve el entendimiento de los deberes del hombre inmortal frente a su vida transitoria.
Conferencia impartida por Cláudia Bernardes de Carvalho en el día 07 de diciembre de 2018 en el Congreso Espírita Conciencia – «Hechos que prueban», realizado por la Sociedad Española de Divulgadores Espíritas.
Cláudia Bernardes de Carvalho
© Copyright 2020 Cláudia Bernardes de Carvalho
Todos los derechos reservados
Bibliografía
- CONAN DOYLE, Arthur. Historia del espiritismo.
- SCHULTE, Etel. Espiritismo Sendero de Luz.
- DELANNE, Gabriel, El fenómeno espírita, 1893.
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