Pedagogía de la muerte en la infancia
Es evidente que en nuestra sociedad occidental no se educa para comprender un proceso natural de la vida como es la muerte. Y ello pese a que se trata de una parte del ciclo de la vida para la que hay que estar preparados, porque es consustancial a la vida misma. Además, muchas veces llega de forma inesperada. La pedagogía de la muerte en la infancia es necesaria para conformar una sociedad sana, madura y respetuosa con la vida. La muerte ha sido secularmente un tema tabú para los niños. Grandes pedagogos como Rousseau, Pestalozzi o Montessori no abordaron este tema de forma directa. Sin embargo, es necesaria una educación para la vida y para la muerte desde la infancia, en la familia, en la escuela y en la sociedad.
Cada año mueren en el mundo más de 50 millones de personas. En este año 2021 hasta finales de octubre ya han fallecido más de 49 millones, según Wordometer. Así pues, suponiendo que aunque cada muerte solo afectara de manera directa a 5 personas (familiares, amigos…), estaríamos hablando de más de 250 millones de personas afectadas. Por ello, preparar de forma natural desde la infancia que la muerte acontece a cualquier edad es necesario afrontarlo desde el punto de vista educativo. La pedagogía de la muerte es una asignatura pendiente que interesa mucho aprender para comprender la vida y aceptar sus reglas.
¿Cómo podemos explicar qué es la muerte a un niño?
Muchas veces el primer contacto de los niños con la desaparición de un ser querido es la muerte de su mascota: su perro, su gato, su hámster… Para ellos su mascota es un ser familiar al que aman, su mejor amigo, y con el que tienen una fuerte conexión emocional.
Según su nivel de compresión y edad, la muerte es percibida por los niños de manera diferente. Pedagogos como González y De la Herrán (2010) han establecido que:
A los 2 años, los niños no comprenden lo que significa la muerte. Para ellos es solo una palabra como otra cualquiera. No son capaces de percibir la muerte, pero sí que son conscientes de la “no presencia”.
De los 3 a los 6 años, los niños ven la muerte como un alto temporal y reversible (para ellos es como dormir, por lo que creen que la persona fallecida despertará). No comprenden qué significa llegar al final de la vida, ni el fin de las funciones vitales.
De los 6 a los 7 años, ya son capaces de distinguir qué es realidad y qué es fantasía o ficción. Son capaces de ver la muerte como un hecho más real y comprenden la noción de insensibilidad o el fin de las funciones vitales. A esta edad ya han adquirido el sentido de irreversibilidad de la muerte, pero no el de universalidad, por lo que no son conscientes de que les pueda ocurrir a ellos mismos en algún momento. Suelen tener gran curiosidad por el tema en este periodo.
De los 8 a los 10 años, la mayoría ya ha adquirido el concepto de universalidad. Saben que la muerte es algo que nos va a acontecer a todos. Es en estas edades cuando comienzan a ser más temerosos con este tema y tienen más conciencia de los peligros que les rodean.
Los cuentos, esos grandes aliados en la pedagogía de la muerte en la infancia
Los cuentos siempre han sido grandes aliados para la evolución durante la infancia. Con ellos aprendimos valores éticos, nos divertimos, superamos miedos y crecimos. Pero ¿qué cuentos podrían ayudarnos a explicar qué es la muerte a una criatura que ha perdido a su madre, a su padre o a uno de sus abuelos? ¿Cómo entender incluso la pérdida de otro niño o niña por enfermedad, accidente o suicidio? Tarea compleja, si queremos abordarla desde un punto de vista espiritual.
Os proponemos algunos títulos que pueden ayudar a lidiar con el duelo, la aceptación de la pérdida y la continuación de la vida, sabiendo que la muerte no existe y que somos espíritus en evolución que volveremos a reencontrarnos con nuestros seres queridos.
El cielo de Anna, de Stian Hole. Es una obra bellísima, un libro sobre la vida y la muerte, que cuenta con poderosas imágenes la muerte de la madre de una niña. Un día en que todo duele y caen clavos del cielo, Anna pone el mundo patas arriba y se lleva a su papá de viaje. A un lugar donde pueden nadar con los pájaros y volar con los peces. En ese viaje llegarán hasta las profundidades del cielo.
No sabemos cómo sucedió, pero sí comprendemos los sentimientos y la esperanza. Los niños plantean preguntas que muchas veces los adultos no saben contestar. Esta obra aborda con una enorme sensibilidad y belleza esa pérdida a través de un viaje onírico en el que la niña verá a su madre rodeada de seres queridos que ya partieron e infunde esperanza en la vida después de la vida. De la mano de este libro se pueden abordar cuestiones como la vida, la muerte y Dios:
-Papá, aquí viven los invisibles. Ahí abajo, a la izquierda de la luna está el abuelo, que siempre se columpia en la silla. Allí veo al viejo cartero. Mamá decía que leía las cartas de los demás -dice Anna.
¿Quién da consuelo a quién? Padre e hija viven la experiencia del duelo de un ser amado. Muchos niños son sabios maestros que enseñan a sus mayores, como Anna hace con su papá. Una invitación a descubrir esta obra inspiradora para afrontar la pérdida del ser más cercano y amoroso que vimos nada más nacer: la madre.
El ángel del abuelo, de Jutta Bauer. Con un lenguaje minimalista, Jutta Bauer nos cuenta la experiencia vital de un anciano que yace en un hospital, rememorando numerosos sucesos de su vida. El abuelo siempre era el más valiente, subía a los árboles más altos y saltaba a los lagos más profundos, sin darse cuenta de los peligros a los que se exponía… ¿Cómo era posible? El abuelo tenía la suerte de que alguien cuidaba de él: ¡el ángel del abuelo! Un ser espiritual que lo ha acompañado siempre, pero cuando el abuelo cierra los ojos, sigue su tarea…
¿Cómo explicar qué es la muerte a un niño que va a morir?
La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross, que acompañó a miles de pacientes oncológicos y a sus familias a aceptar con serenidad el momento de la muerte, es la autora de una obra esencial: Carta a un niño con cáncer. En esta obra, además de explicar con sencillez y belleza el ciclo de la vida de todos los seres vivos, nos muestra que la muerte del cuerpo humano transitorio es similar a la del capullo de seda. Morir es mudarse a una casa más bella. La mariposa es el alma, en lenguaje simbólico, y la muerte da paso a una nueva vida en una experiencia similar a la del nacimiento. Es el nacimiento a otra existencia.
Si te mueres, ya verás adónde vas, de Seve Calleja, editado por Edelvives, aborda el tema de la muerte como paso a otra vida diferente y por qué no, incluso divertida. Canalizar las emociones de una enfermedad que puede acabar con la vida de un niño y convertirlas en algo positivo para sobrellevar los momentos de tristeza es uno de los valores esenciales de este libro.
Recomendaciones de libros que ayudan a explicar la muerte
Algunos libros-álbum y cuentos recomendados para explicar la muerte de los abuelos a los niños:
- La abuela durmiente, de Roberto Parmeggiani, editado por Kalandraka, a partir de 3 años.
- El ángel del abuelo, de Jutta Bauer, editado por Lóguez.
- La isla del abuelo, de Benji Davies, editado por Andana.
También algunos cuentos para explicar la muerte de un padre o una madre a los niños:
- ¡No es fácil pequeña ardilla!, de Elisa Ramón y Rosa Osuna, editado por Kalandraka: La pequeña ardilla sentía una pena muy grande porque su madre había muerto, y pensaba que nunca más sería feliz, pero la vida continúa y el amor curará sus heridas. Una obra excelente para tratar el duelo a partir de 5 años.
- El cielo de Anna, de Stian Hole, editado por Kókinos, recomendado a partir de 9 años.
Y cuando se trata de explicar la muerte de una mascota:
- Yo siempre te querré, de Hans Wilhelm, editado por Juventud, recomendado a partir de 5 años.
Otros cuentos recomendados para mostrar que la muerte es la gran transición o un tema que preocupa a los niños:
- Vuela mariposa, ¡vuela!, de Lydia Giménez Llort.
- Regaliz, de Sylvia van Ommen, editado por Kókinos. Jorge y Óscar son dos grandes amigos. De vez en cuando salen a dar un paseo al parque y, de repente, conversan sobre la muerte: «¿Tú crees que hay algo allá arriba? ¿Tú crees que nosotros iremos al cielo?» Al final, la amistad es lo importante: «Si tú vas, yo también, eso seguro»
- Soy la muerte, de Elisabeth Hellan Larsen, editado por Bárbara Fiore. Es el complemento de la obra Soy la vida. Es un libro sobre la muerte, pero también un canto a la vida y al amor, que tiene el poder de transformarlo todo y que es parte de la vida y de la muerte. «La vida y yo habitamos juntas todos los cuerpos. La vida y yo estamos en todo lo que empieza y todo lo que se termina». Soy la muerte aborda un tema, ¿por qué tenemos que morir?, con un lenguaje poético y sencillo, que ayuda a adultos y niños a afrontar el tema de la muerte o a superar la pérdida de un ser querido.
Pedagogía de la muerte para personas adultas
Para explicar qué es la muerte a un niño, la persona adulta deber haber reflexionado y tener conocimientos para responder a múltiples preguntas ¿Qué sucede después de la muerte? ¿La experiencia de la muerte es similar a la del nacimiento? ¿Es una transición? ¿Existe la conciencia más allá de la vida?
Recomendamos también algunas obras para saber más sobre la muerte desde una perspectiva espiritual y científica para los adultos, no sin antes citar a José Herculano Pires, a modo de introducción:
Hace millones de años que morimos y aún no hemos aprendido que vida y muerte son acontecimientos naturales. Y las religiones de la muerte, que vampíricamente viven de los gruesos rendimientos de las celebraciones fúnebres y de los rezos indefinidamente pagados por los familiares y amigos de los muertos, se empeñan en un combate contra quienes investigan y revelan el verdadero sentido de la muerte.
La idea fija de que la muerte es el fin y el terror a las condenaciones después de la muerte sustenta ese comercio necrófilo en todo el mundo. Contra ese comercio es necesario incentivar la Educación para la Muerte, ya que, restableciendo la naturalidad al fenómeno, dará a los hombres la visión consoladora y llena de esperanzas reales de la continuidad natural de la vida en las dimensiones espirituales y la certeza de los retornos a través del proceso biológico de la reencarnación, claramente enseñado en los mismos Evangelios.
Denis, Léon. Después de la muerte.
Kardec, Allan. El libro de los Espíritus. Cuestiones: 68-70; 197-199…
Kübler-Ross, Elisabeth. La muerte: un amanecer. Barcelona : Luciérnaga. Un fragmento en audio de esta obra en Planeta de libros.
Lommel, Pim van. Consciencia más allá de la vida. Girona: Atalanta, 2015.
Pires, José Herculano. Educación para la muerte.
Bibliografía específica sobre Pedagogía de la muerte en la infancia:
De la Herrán, A & Cortina, Mar. «Fundamentos para una Pedagogía de la muerte», En: Revista Iberoamericana de Educación, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEII). N. 41/2 (2007) p. 2-12
González Sánchez, I, & De la Herrán, A. «Introducción metodológica a la muerte y los miedos en educación infantil» En: Tendencias Pedagógicas, UAM. Vol 15 (2010) p.124-149.
Kübler-Ross, Elisabeth. Los niños y la muerte. Barcelona : Luciérnaga, 2011.
Kübler-Ross, Elisabeth. Carta a un niño con cáncer. Barcelona : Luciérnaga, 2015.
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