Primer registro de vida después de la muerte

Dos países unidos desde 1996 en el estudio de la conciencia. Sir Roger Penrose Premio Nobel de Física de 2020, físico matemático en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido y el Dr. Stuart Hameroff, del Departamento de Anestesiología y Psicología, directivo del Centro de los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, en la ciudad de Tucson, Estados Unidos, trabajan conjuntamente en una teoría cuántica de la conciencia.
Ambos destacados científicos internacionales coinciden en la tesis de la existencia del alma, después de 29 años de investigación, hacen público el primer registro de existencia energética después de la desencarnación.
¿Qué es la conciencia?
SEgún la Real Academia Española conciencia es el conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios.
La conciencia es la individualidad, es el conocimiento de nuestros actos, pensamientos y sentimientos. El hombre conciente se reconocerse y se juzga. Es una calidad propia del ser humano, ya que los animales no se reconocen a sí mismos.
En una entrevista al Project Unity el Dr. Stuart Hameroff expuso que monitorando la actividad cerebral de pacientes clinicamente muertos observó una explosión de energía misteriosa que hasta entonces era inexplicable y que se produjo con los pacientes sin señales vitales, lo que le inspiró innúmeras preguntas:
¿Qué es esta energía en el momento de la muerte? ¿Un destello de conciencia? ¿Es la prueba de que el alma sigue existiendo después de la muerte?
Este estudio establece que el alma está contenida en una estructura de microtúbulos que se encuentran en el citoplasma, el líquido dentro de las células cerebrales. El punto de partida es considerar el cerebro una computadora biológica, con cien billones de neuronas cuyas conexiones sinápticas actúan como redes de información.
Según El Informe 21, un medio de comunicación digital, las conclusiones que llegaron estos doctores señalan que las experiencias son el resultado de los efectos de la gravedad cuántica en los microtúbulos, que son las menores unidades del citoesqueleto, que atuarían como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la conciencia. La comunicación entre neuronas mediante la secreción de neurotransmisores se realiza a través de vesículas sinápticas distribuidas a lo largo de sus axones. A este proceso llamaron Reducción Objetiva Orquestada (Orch-Or).
El citoesqueleto de las neuronas juega un papel de suma importancia en la dinámica de estas vesículas. Hameroff y Penrose proponen que los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto, actúan como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la conciencia humana.
El periódico Daily Mail, publicó el 18 de febrero de este año en una columna sobre el tema que en una experiencia cercana a la muerte, los microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información dentro de ellos no se destruye. Es decir que, el alma no muere, sino que vuelve al universo.
En el documental emitido por el canal Science de Estados Unidos, Through the wormhole (A través del agujero de gusano) y narrado por Morgan Freeman, el Dr. Stuart Hameroff, expuso que:
«El corazón deja de latir, la sangre deja de fluir, los microtúbulos pierden su estado cuántico. La información cuántica en los microtúbulos no se destruye; no puede ser destruida; simplemente se distribuye y se disipa por el universo.»
Además explicó que si el paciente es resgatado de su estado vital nulo, la información cuántica puede volver a los microtúbulos y el paciente dice haber tenido: una experiencia cercana a la muerte, pero si el paciente muere, «sería posible que esta información cuántica existiera fuera del cuerpo indefinidamente, como un alma.» Para él esta energía detectada es el alma.
Además el Dr. Rick Strassman afirma que la entrada del alma en el cuerpo humano se produce a través de la glándula pineal y el Dr. Steven Gouveia, PhD en (Neuro)Filosofía de la Mente de la Universidad de Minho, Portugal, afirma que: «tenemos que combinar los métodos filosóficos con los métodos neurocientíficos para resolver los problemas acerca de la conciencia.»
Sin embargo, el primer registro de vida después de la muerte es de 124 años antes.
Primer registro de vida después de la muerte
En el periódico The New York Times, en 1907 encabezaba: «El alma tiene peso, piensa un médico«, un artículo en que el Dr. Duncan MacDougall, se cuestionaba : «¿sería la salida del alma del cuerpo acompañada de alguna manifestación que pudiera registrarse con algún medio físico?»
Para ello ralizó 6 experimentos para probar la pérdida de peso provocada por la partida del alma del cuerpo, en el instante del óbito, que que él también quería encontrar la conciencia.
El rotativo Boston Sunday Post también sorprendio con la misma noticia, el alma humana debería poseer algún rastro físico, pues carecería de sentido que, si algo existe no pudiera cantificarse, según el Dr. MacDougall.
Experimento realizado en 1901, hecho público 6 años después:
En un intento por probar que el alma es tangible pesó pacientes moribundos, antes y después del óbito. En una cama adaptada especialmente para este estudio se coloco un marco ligero sobre escalas delicadamente equilibradas sensibles a dos décimas de onza. Cuando los pacientes se acostaban en las etapas finales de enfermedades terminales se media meticulosamente su estado, peso y condiciones paliativas.
¿Es el alma material y por ende mensurable?
El Dr. MacDougall, junto a otros cuatro médicos que registraban sus propias conclusiones, planteó la hipótesis de que las almas tienen peso físico e intentó medir la masa que pierde un ser humano cuando el alma abandona el cuerpo físico. Determinó que «un peso de entre ½ onza a 1¼ sale del cuerpo en el momento de la expiración» y según él, en el momento de la muerte efectivamente el cuerpo perdería el peso de su alma, lo equivalente a 21 gramos.
Aseveró que «En el instante en que la vida cesaba, la bandeja de la escala opuesta caía con una rapidez asombrosa, como si algo se hubiera levantado repentinamente del cuerpo.«
Comparó sus resultados con los estudios realizados en 15 perros y observó que en los animales «los resultados fueron uniformemente negativos, sin pérdida de peso al morir.» En este caso, la conclusión es que los humanos poseerían un alma tangible, mientras que los animales no.
La comunidad científica no aceptó sus datos por haber sido analizados en apenas 6 individuos y hasta la fecha, no existe ningún otro experimento similar.
A pesar que el Dr. MacDougall afirmó que su experimento tendría que repetirse muchas veces antes de llegar a ninguna conclusión, algunos científicos e incluso algunas midias han tirado por tierra este hallazgo, por el pequeño número de muestras y alegando que los resultados no fueron en absoluto concluyentes. A pesar del rechazo dentro de la comunidad y literatura científica, el experimento del Dr. MacDougall tomó las calles popularizándose el concepto de que el alma tiene concretamente 21 gramos.
Como ejemplo dentro de la cultura citamos la película «21 Gramos» dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu en 2003 y la novela «El pesador de almas» del novelista francés André Maurois.
¿Confirman los científicos la existencia del espíritu?
Todavía no, sin embargo, estando estas teorías correctas o no, la ciencia actual del Tercer Milenio avanza y se aproxima en el siglo XXI a lo que el espiritismo afirmó con la exposición de los buenos espíritus en el siglo XIX, la vida no acaba con la muerte. La doctrina espírita afirma que el cuerpo físico es un instrumento temporario que el espíritu utiliza para su evolución y éste sigue vivendo después de la muerte en el mundo espiritual, por lo tanto, la vida continua.
Estos recientes descubrimientos de la medicina desafían a la ciencia clásica, poniéndola a prueva en el campo de la neurociencia hasta entonces conocida.
Breve Curriculum de los científicos
Dr. Stuart Hameroff, graduado en Medicina en el Hospital Universitario Hahnemann. Se trsladó al Centro Médico de Tucson en 1973. Desde 1977 su carrera ha trascurrido en la Universidad de Arizona, donde fue nombrado:
- Profesor en los Departamentos de Anestesiología y Psicología en 1995
- Director asociado para el Centro de Estudios de la Conciencia en 1999
- Profesor Emérito en Anestesiología y Psicología en 2003
- Director del Centro de Estudios de la Conciencia en 2004
- Físico Matemático y Profesor Emérito de Matemáticas de la Universidad de Oxford.
Sir Roger Penrose Físico- Matemático muy reconocido por la Teoría de la Relatividad General y por Cosmología
Duncan MacDougall, Médicopor la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston.
Cláudia Bernardes de Carvalho
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Fuente:
Real Academia Europea de Doctores
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