En la expansión del espiritismo
«Si efectivamente deseas colaborar en la expansión del espiritismo difundiendo entre los hombres su mensaje de liberación y vida, no te olvides de valor aislado de ejemplificación de fe junto a quien observa, de cerca, cada uno de tus movimientos.
Más que el verbo elocuente que arrebata multitudes o la página doctrinaria de preciosa elaboración, vale el poder silencioso de tu conducta cotidiana, en la vivencia de los postulados que abrazaste, contra el cual todo argumento contrario se calla y cualquier sofisma de contestación se torna inútil.»
Fragmento de página psicografiada por el médium Carlos A. Baccelli en Uberaba en 2001. Anuario Espírita 2003.
La elocuencia es la facultad de hablar bien, con fluidez, con propiedad y de manera efectiva para convencer a quien escucha, sin embargo, las señales de las virtudes reflejadas en la grandiosidad de la práctica de los buenos actos son más importantes que las palabras muchas veces vacías.
En El Libro de los Espíritus en Prolegómenos encontramos:
”La vanidad de algunos hombres que creen saberlo todo y todo quieren explicarlo a su manera hará que surjan opiniones disidentes. No obstante, los que tengan en vista el gran principio de Jesús se confundirán en el mismo sentimiento de amor al bien y se unirán mediante un vínculo fraternal que abarcará el mundo entero. Dejarán a un lado las miserables disputas de palabras y sólo se ocuparán de las cosas esenciales.
La doctrina será siempre la misma, en cuanto al fondo, para quienes reciban las comunicaciones de los Espíritus superiores.»
En sus principios básicos, en esencia y en carácter, Jesús fue un sublime ejemplo de amor predicando una filosofía sin cultos, ritos o cualquier ceremonia.
¿Cuál es el ejemplo más perfecto que Dios ha ofrecido al hombre para que le sirva de guía y modelo?
“Ved a Jesús.”
«Jesús es para el hombre el ejemplo de la perfección moral a la que puede aspirar la humanidad en la Tierra. Dios nos lo ofrece como el modelo más perfecto.La doctrina que Jesús enseñó es la más pura expresión de la ley de Dios, porque estaba animado del Espíritu Divino y es el ser más puro que ha aparecido en la Tierra.
Si algunos de los que han pretendido instruir al hombre en la ley de Dios hicieron que a veces aquel se extravíe con principios falsos, ha sido porque ellos mismos se dejaron dominar por sentimientos demasiado terrenales, y porque confundieron las leyes que rigen las condiciones de la vida del alma con las que rigen la vida del cuerpo.
Muchos presentaron como Leyes Divinas las que sólo eran leyes humanas, creadas para servir a las pasiones y dominar a los hombres.»
Jesús es el guía y modelo para la Humanidad. Compreenderle y vivenciarlo día a día es más importante que divulgar la Doctrina Espírita solamente en los atriles, en los blogs o en las redes sociales sin vivencia de su ejemplo. Porque un ejemplo de amor vale más que mil palabras.
Divulgar la doctrina para expandir el espiritismo es necesario, sin embargo, más urgente es nuestra propia ejempificación de las enseñanzas.
Busco llamar la atención a la práctica de la caridad más que en los discursos, no que este tipo de divulgación sea infructífera, por el contrario es esencial pero realizada fundamentalmente con la hermanación de lo dicho con lo hecho.
Encontramos en las Instrucciones de los Espíritus que la ley de amor sustituye la personalidad.
Dice el apóstol Pablo en el Evangelio según el Espiritismo que nada expresa mejor el pensamiento de Jesús, nada resumen tan bien los deberes del hombre, que la máxima de índole divina de la aplicación de la caridad en todas las acciones.
Él nos enseñó un patrón de comportamiento ya que reside en su modelo de vida.
Mirar hacía dentro, mejorar nuestra propria conducta es fundamental en la expansión del espiritismo en la Tierra.
El espiritismo confirma el Evangelio de Jesús, lo explica y lo desarrolla aclarando las nuevas Leyes que revela.
“Porque os he dado ejemplo, para que vosotros también hagáis como yo he hecho con vosotros” (Juan 13:15)
Cláudia Bernardes de Carvalho
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