Los atavismos
Hace pocos meses estuve en Brasil y analizando los pareceres del pueblo con que hablé me di cuenta de los errores que aún persisten en el entendimiento de la Doctrina Espírita en mi país natal.
Las gentes siguen considerando el espiritismo como una religión, manteniendo los arraigos de vidas pasadas, exteriorizando los mismos patrones de conducta de antaño anclándose en rituales absurdos en un espegismo alarmante.
En centros veneran fotos de espíritas percusores y médiums contemporáneos, mezclan conceptos con otras ramas espiritualistas que no son espíritas.
Centros espíritas que utilizan esta denominación para identificarse pero que en realidad son otra cosa, cualquier otra forma de reunión, algunos añaden el término de templo u hospital holístico, pero no son un centro espírita como Allan Kardec estipuló.
Otros centros utilizan hierbas alucinogenas para que sus asistentes entrren en trance o alcancen la armonización mental según ellos, aplican las piedras runas, el reiki, la cura cuántica, la terápia con Caolin, los cristales incas, la cromoterápia y sus componentes solamente utilizan la ropa blanca como vestimenta con acesorios supérfluos y practican una infinidad de rituales atávicos asfixiando la verdad universal promulgada por los Buenos Espíritus.
Algunos de estos centros poseen actualmente más de 700 voluntarios que atenden 4000 pacientes por mes y pregonan la cura desde el cáncer hasta el dolor de columna.
Estos centros encajan en diferentes corrientes espiritualistas pero no son centros espíritas que practican el espiritismo. Un centro espírita puede ser denominado sociedad, asociación o grupo espírita. Estas formas de denominación son diferentes maneras de expresar el modo en que un grupo desarrola los principios fundamentales de la Doctrina Espírita.
Más allá de las palabras que son muy importantes queremos destacar que lo valioso y fundamental es la finalidad del centro, Kardec preferia que los centros espíritas fuesen pequeños con personas que se reúnen para estudiar la enseñanza espírita y verdaderamente intentar cambiar sus malos procederes con el deseo sincero de evolucionar con el aprendizaje de las Leyes Morales que el ser debe obedecer por la razón y el entendimiento de ellas.
Centros Espíritas
En los centros espíritas se estudia la doctrina, se confraterniza con alegría, es un lugar que posse todas las actividades gratuitas y no se mira el ánimo de lucro.
Algunas personas se autodenominan espíritas, por el simple hecho de haber nacido en familia espírita o por frecuentar algún lugar espiritualista pero que en realidad no estudian nada hace más de 30 años, no leen ningún libro de la Codificación Espírita de forma sistemática o por lo menos para mantener los conceptos al día o no practican lo que aprenden.
Un centro espírita debe ser un lugar donde se aplica realmente la caridad, la humildad, el respeto a los demás, sin intrigas ni deseo de destacar y donde no existan las manipulaciones por intereses.
Esta bellísima frase de León Denis refleja los profundos y importantísimos conceptos espirituales de la doctrina sistematizada por Allan Kardec.
«Toma de templo el Universo, de altar la Conciencia, de ley la Caridad, de imagen la obra de Dios y de religión el Amor.»
El espiritismo no es religión, es una conducta racionada que amplía los horizontes del hombre, le favorece el entendimiento de Dios y sus Leyes.
Son innecesarios dentro de la práctica espírita todos estos ritos que se aprecian en Brasil.
Pensemos en los centros espíritas con detenimiento. Aquí en España ¿cómo encontramos nuestros refugios de estudio, nuestros centros espíritas?
Desde el punto de vistas del sincretismo no percibimos tantas influencias en España, pero desde las posturas de sus miembros, ¿estamos ejercitando un espiritismo libre de egoísmo, de desprecios y exhibicionismo?, ¿No percibimos ciertas coacciones por parte de algunos? ¿Notamos la sencillez y la bondad en las acciones diarias de sus miembros?
He vivido estas acciones por parte de dirigentes que se dicen espíritas en mi propria persona, espíritas que quieren el control del centro, que vienen a las reuniones con todo lo que desean decir o realizar planeado de antemano con sus personas de confianza.
Estos dirigentes colocan a quien desean manipular y exigir una conducta (que manifiestamente quieren que se realice) sentándola en el centro de la reunión, en un ostensible ejemplo inquisitorial físico y psicológico que sus almas exteriorizan hoy día, relíqueas de sus pasados eclesiásticos, donde de forma sutíl ambicionan establer su liderazgo y castigar de cierta forma las faltas que consideran. Muchos ni se dan cuenta de ello.
Todos sabemos que el conocimiento es poder, he vivido situaciones dentro de centros espíritas dignas de reflexión, por ejemplo la utilización de la atención fraterna para extraer informaciones que más tarde es utilizada en contra de la persona, de manera discreta tanto para trazar un perfil de ella como para manejar y valerse de esto con fienes egoístas.
Recordamos que la atención fraterna es para ayudar, todos estamos en el mismo nivel de evolución, si uno comete un error en un área otro lo comete en otra, aquí nadie es perfecto ni mismo los dirrigentes de hoy que pueden no serlo mañana, y muchas veces se les olvida y se posicionan en un patamar superior a los demás como si nunca hubiesen roto un plato.
Vi que en las clases de niños en conversación distendida, con simples preguntas de cómo estas o que has hecho esta semana, hacen con que los niños hablen y cuenten sus historias, luego esto es ley, como si un niño no mintiera. He experimentado la distorción de estos hechos para la llamada de atención sin dar al projenitor la oportunidad de explicar y los motivos por los cuales pasó tal o cual situación.
He visto que se trabaja en el área de los pases magnéticos deseando una continuidad del paciente después de haberle echado una reprimenda y sin preocuparse por él durante meses. Los dirigentes se toman la licencia de hacer juicios parciales de ciertos hechos que proporcionan el abandono definitivo del centro por parte del paciente.
Vemos por estas actitudes que el espiritismo está aún en el cerebro, en la boca pero no se encuentra del todo en el corazón de personas que se dicen espíritas.
Dijo Allan Kardec, en el El Evangelio segun los Espiritismo:
«La caridad y la fraternidad no se decretan con leyes; si no están en el corazón, el egoísmo las ahogará siempre; hacérselas penetrar, es obra del espiritismo.»
Para que podamos por medio del espiritismo practicar la caridad y la fraternidad en la amplia extensión de estos conceptos dentro y fuera del centro espírita debemos sentirlos verdaderamente en nuestros corazones.
Tomemos nuestro tiempo de refleción en estos extractos de Denis y Kardec.
Cláudia Bernardes de Carvalho
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