Ocultura
La palabra ocultura se refiere actualmente a la cultura de lo oculto, este término puede ser un neologismo, sin embargo, la humanidad siempre tuvo un persistente interés por lo esotérico, lo simbólico y alegórico.
La inquietud por descifrar los enigmas de Dios, conocer lo oculto, lo secreto y lo perenne responde a una búsqueda incesante de respuestas para el hombre en cualquier época de la civilización.
Los que tienen el conocimiento suelen ejercer cierto poder sobre los demás, crean miedos, dogmas y reglas absurdas para de cierta forma producir dominio e influencia, aprovechándose de la ignorancia de los demás.
Los cuerpos celestes, la iconografía cristiana con los dogmas religiosos y místicos, la opulencia material de la búsqueda del oro, la interpretación de los sueños, las premoniciones estuvieron estrechamente vinculados con el oculto.
Algunas expresiones del arte dejan un reflejo de como fuimos ya que lo que heredamos son las creencias de nuestros ancestros.
Los saberes de la alquimia, la astrología, la teosofía, la demonología, el chamanismo, los sueños, oráculos y premoniciones tienen un camino común, intentar acercar al hombre a la verdad.
Esta semana estuve en una exposición de arte que busca relejar lo oculto en la historia de la creación artística en su colección privada y temporal.
Los cuadros de diferentes pintores desde el Renacimiento hasta el siglo XX fueron expuestos a la sociedad, procurando hacer visible lo invisible.
Las obras de arte pueden apreciarse por su forma, por lo que expesan o por lo que simbolizan. Concientes de que la estética está asociada a la capacidad humana de emocionarnos ante la belleza, los pintires buscan la inmitación de la naturaleza.
El pintor busca el reflejo de la perfección divina.
En la colección privada de la Baronesa Carmen Thyssen, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza podemos encontrar además de las ciencias ocultas citadas anteriormente, el espiritismo.
Haciendo un recorrido por estas obras se observa aspectos, motivos, conceptos, convicciones, detalles transcendentales que fueron plasmados por artistas como los españoles Pablo Picasso, Joan Miró, Salvador Dalí, José de Ribera y los internacionales Paul Gauguin, Edvard Munch, Jackson Pollock, Wassily Kandinsky, Francis Bacon, entre otros grandes.
Dentro de nuestro interés hemos encontrado la evolución de la pintura que plasma el propósito del artista en relatar por medio de colores y pinceladas maestras sus aspiraciones más íntimas.
En esta colección los cuadros espíritas encontramos a siete artistas y nueve cuadros.
El ocultismo volvió a su auge en el siglo XIX con la obsesión por la comunicación con los espíritus.
En los ambientes crepusculosos o nocturnos se evocaba la atmósfera de las séances espiritistas.
Martin Johnson Heade, quien en el período de 1871 pintó un trampantojo – “Gremlin en el estudio I” donde un espíritu burlón en un pantano con una sonrisa traviesa deja que el agua del pantano se derrame del cuadro al suelo.
John Atkinson Grimshaw – “Noche con luna” de 1880. Creía en las hadas, las pintaba con una aureola luminosa, brillante, que fue en la época victoriana un género popular que expresaba los buenos espíritus.
Edward Munch en 1888, pintó – “Atardecer”, nos describen en la exposición que este pintor internacionalmente conocido estuvo toda su vida muy próxima al espiritismo.
De joven frecuentaba un centro espírita dirigido por J.C.H. Storjohann, que realizaba sesiones mediúmnicas y tomaban fotografías de espíritus.
Dijo:
“Existen los espíritus? Vemos lo que vemos – porque nuestros ojos están constituidos así.
¿Quién somos? – una reunión de fuerzas en movimiento, una vela que arde con una mecha, calor, interior, llamas externas y aún otra llamarada invisible que se siente.
Si tuviéramos otros ojos unos ojos más fuertes veríamos meramente nuestras mechas, el sistema de los huesos como con rayos X.
Si tuviéramos otros ojos podríamos ver la envoltura de nuestra llama externa y entonces tendríamos otras formas.
¿Por qué no podríamos entonces otras criaturas de moléculas más ligeras disueltas, moverse a nuestro alrededor?
¿Las llamas de nuestros seres queridos, por ejemplo? Espíritus.” ( El friso de la vida)
Se expone otra obra de Munch –“Encuentro en el espacio”, donde dos cuerpos de una pareja flotan en el espacio.
Dijo:
“Los destinos humanos son como los planetas – como una estrella que aparece en la oscuridad- y se encuentra con otra estrella, reluce un instante para luego volver a desvanecerse en la oscuridad, así, así se encuentran un hombre y una mujer- se deslizan el uno hacia el otro brillan en un amor, llamean y desaparecen cada uno por su lado. Solo unos pocos se encuentran en una gran llamarada en la que ambos pueden unirse plenamente.”
Pintó también «La muerte en el timón» de 1893.
Siempre con un lenguaje enigmático su obra queda enmarcada en unas tendencias estéticas que se convierte en el espejo de su mente.
Henri Le Sidaner, pintó – “La choza en la linde del bosque, Étaples” en 1893 y “Tarde de verano”, en 1895. En ambos cuadros hay una silueta de mujer que volatiza sugiriendo que las figuras femeninas son apariciones, lo que suscitó en la crítica de la época que eran espíritus calificándolas como espiritistas.
Yves Tanguy en 1927 pintó –“La muerte acechando a su familia”, como curiosidad para dar este título a su cuadro el autor buscó testimonios de pacientes psiquiátricos, sin embargo, encontró el nombre definitivo en estudios de parapsicología: el Traité de métapsychique (1922), del premio Nobel y espiritista Charles Richet.
En los textos explicativos vemos que este título en concreto se basa en una sesión mediúmnica recogido por Richet:
“En junio de 1906, a las 10 horas y media de la noche, tras diversas frases incoherentes, en presencia de mi amigo Octave Houdaille, de la Sra. S., de la Sra R. y de su hija de doce años de edad, recibimos la frase siguiente por un golpeteo más claro que nunca. “Banca la muerte acecha familia”, Al día siguiente, según cuenta el propio Richet, supo la noticia de asesinato de la reina Draga de Serbia y descubrió que el padre de la reina se llamaba Panka y que los oficiales asesinos salieron de su hotel en Belgrado a las 10:30, a la misma hora que en Paría se recibía el mensaje de los espíritus.”
El término ectoplasma fue propuesto por Charles Richet para designar la materialización fluídica observada en las sesiones espíritas, es un fluido etereo semimaterial.
Los espectros que aparecen el cuadro tienen un aspecto lechoso como de ectoplasma se tratara.
Paul Delvaux es otro de los artistas destacados de esta colección del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, con el título – “El viaducto”, donde podemos ver a un espejo que sugiere ser el portal a otro mundo.
No obstante, Willard L. Metcalf pintó en óleo dos cuadros excepcionales.
Uno se titula – “Noche de mayo” en 1906, donde podemos apreciar una mujer espectral adentrándose en una mansión iluminada.
Su familia frecuentaba a las sesiones mediúmnicas, en una de ellas celebrada el 15 de agosto de 1875 un espíritu amigo del pintor Antonio Allegri da Correggio, que fue un pintor italiano del Renacimiento comunicó a sus padres que Metcalf sería un gran artista.
Dejó reflejado para la posteridad en su diario que:
“Un día estupendo, por la tarde fui al círculo de Mrs. Hall. Recibí una comunicación de Correggio. Me quedé asombrado.”
A mi parecer el cuadro – “El picnic” , de este mismo autor es el más bello de toda la colección, es una verdadera joya. Con su pincelada policromática el pintor supo trasmitir la presencia de entidades fluidicas.
En él se observa a cuatro mujeres levitando en un bosque, con un trazado delicado a la vez que preciso.
Vemos que cada pintor plasmó los espíritus y el mundo invisible, cada uno en su época y a su manera quiso registrar la vida espiritual, describiendo una atmósfera que evoca los encuentros espiritistas.
Como dijimos al principio, desde las pinturas rupestres en las oscuridades de las cuevas hasta nuestros días de desarrollo de la inteligencia artificial, en el marco de correlacionar macrocosmos y microcosmos el arte muestra que las diferentes disciplinas y pensamientos intentan acercarse a lo real, divino y verdadero. Estos espíritus intentaron mostrar en sus pinceladas los conceptos espíritas de la supervivencia del alma.
Desde el primitivismo hasta la vanguardia de las obras virales de nuestros días, la búsqueda espiritual es la metáfora del simbólico en la ocultura.
Dos siglos después tenemos a nuestro alcance las pinturas mediúmnicas, realizadas por grupos de espíritus pintores desde el más allá por medo de médiums. Pierre Auguste Renoir, Pablo Picasso, Claude Monet, Vincent Willem van Gogh, Eugène Henri Paul Gauguin, entre otros.
Estos espíritus revelan una dimensión de la experiencia pictórica manifestando la supervivencia de alma.
En estas pinturas podemos ver la fidelidad del autor a sí mismo, manteniendo su estilo, composición y modos de expresión.
Con las obras mediúmnicas los pintores escenifican un prolífico diálogo con los hombres, para demostrar la supervivencia del alma.
Los pintores aquí citados han puesto delante del lienzo en el espacio representacional la incógnita del mundo invisible por decifrar.
Obras carentes de obsolencia como las del brasileño José Madureira Vasconcellos. Aquí podemos aprecir dos litografías de este pintor internacional del Realismo Fantástico y el Simbolismo Moderno. En ellas se aprecia a espíritus tocando instrumentos musicales. Esta fue su forma de expresar la existencia del alma.
Las respuestas al hombre están sintetizadas en la codificación espírita. El espiritisnmo, mostra la verdad a aquel que desea ahondar en el saber, desmitifica a los espíritus, aclarando sobre la vida tras la vida, enseñando el porqué de los sufrimientos, desmenuzando las Leyes Divinas y explicando qué es Dios.
“Los espíritus, siendo simplemente las almas de los hombres, no tienen ni conocimiento supremo ni sabiduría suprema; que su inteligencia depende del progreso que hayan hecho y que su opinión no es más que una opinión personal. […] No se debe dar ciegamente crédito a todo lo que dicen los espíritus.” Allan Kardec.
Cuando se pintaron estos lienzos de la exposición Lo oculto ya se habían publicado las obras de la codificación espírita.
El libro de los Espíritus, año de publicación 1857, El libro de los Médiums, 1861, El Evangelio según el Espiritismo, 1864, El cielo y el infierno o la justicia divina según el Espiritismo, 1865, La génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, 1868
La Doctrina Espírita sin duda alguna es el Consolador prometido por Jesús, ya que siendo capitaneada por el propio Espíritu de Verdad cumple con su promesa de auxiliar al hombre en la comprensión de lo oculto.
El espiritismo trae un conocimiento universal, para todas las personas, permitiendo así que cada ser sea dueño consciente de su destino, proporciona el buen saber y la fe razonada que libera el espíritu de los atavismos terrenales.
Desde la Sociedad Española de Divulgadores Espíritas recomendamos el estudio de las obras básicas citadas para todo aquél que desea avanzar moralmente. La cultura de lo oculto se ve desbancada, ya que el espiritismo revela los secretos del más allá.
Cláudia Bernardes de Carvalho
© Copyright 2023 Cláudia Bernardes de Carvalho
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Fuentes
Lo oculto en las colecciones Thyssen-Bornemisza
Codificación Espírita – Allan Kardec
Imagenes
Imagenes de los cuadros del museo sacadas con móvil privado con permiso de los vigilantes y por medio telefónico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Imagenes de cuadros mediúmnicos Renoir, Monet, Gauguin, Van Gogh sacadas con móvil privado de propiedad de la autora.
Imagenes de litografías de José M. Vasconcellos sacadas con móvil privado de propiedad de Joaquín Huete.
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